El comercio de proximidad, es decir, los mercados de abastos y las tiendas, son otros grandes héroes de esta crisis. Cada día, los trabajadores de carnicerías, pescaderías, fruterías y panaderías acuden a su puesto de trabajo para abastecer a los ciudadanos de los alimentos que necesiten.

Además, se preocupan por cumplir con las medidas sanitarias y de seguridad alimentaria, tan necesarias estos días, y refuerzan sus servicios online y telefónico para llegar a los hogares de nuestros mayores. Permitiendo así que cuiden su salud y no tengan necesidad de salir de casa. Sin embargo, no siempre conocemos el trabajo que hay detrás o cómo están viviendo ellos esta situación producida por el COVID-19.

Fruterías

Por parte de las tiendas de frutas y verduras, Javier Iglesias Paje, Presidente de la Asociación de Empresarios Detallistas de Frutas y Hortalizas de Madrid (Adefrutas), nos explica que, ante la situación de crisis sanitaria provocada por el coronavirus, los trabajadores de estas tiendas se encuentran "absolutamente sobrepasados por la gran carga de trabajo. Estamos recibiendo una gran cantidad de pedidos, incluso de gente que nunca nos había llamado con anterioridad; estamos alargando nuestros horarios de trabajo y realizando servicios de entrega a domicilio para ayudar a las personas a que eviten desplazamientos. De esta forma, estamos contribuyendo a reducir contagios".

 

"Estamos seguros de que muchas personas que estos días están confiando en nosotros, seguirán haciéndolo cuando la situación vuelva a la normalidad".

 

Sin embargo, Javier Iglesias reconoce que esta labor no se está viendo del todo reconocida en los medios de comunicación, ya que suele darse visibilidad a las grandes cadenas de distribución, "cuando nosotros estamos realizando un papel de entrega a domicilio, con el riesgo de exposición que esto conlleva, que algunos de los grandes, a pesar de tener más medios, no están llevando a cabo de la misma forma. En nuestro caso, intentamos que los pedidos se entreguen en el mismo día, o como mucho al siguiente, con todo el esfuerzo que esto supone".     

En cuanto a las medidas que desde la asociación les gustaría que se adoptasen, Javier Iglesias señala que sería muy positivo que se cerrase los domingos y festivos. "En nuestro caso así lo hacemos. Por ejemplo, en Semana Santa nos hemos organizado para realizar los pedidos en los días laborables y hemos cerrado los festivos, y pensamos hacer lo mismo en el puente de mayo. La gente lo entiende perfectamente", asegura. Igualmente, otra de sus reclamaciones es que desde el Gobierno les faciliten los equipos de protección necesarios para prestar su servicio con seguridad: "Hasta ahora los hemos tenido que adquirir por nuestra cuenta, desembolsando cantidades importantes".

 

Carnicerías

Por su parte, Carnimad, Organización Empresarial referente en el sector de Carnicería y Charcutería, para transmitir el punto de vista y cómo están viviendo esta situación los carniceros, ha realizado algunas entrevistas a sus asociados presentes en el Mercado Barceló de Madrid.

“Estamos abiertos durante todo el día. Al principio para que no hubiese aglomeraciones, pero ahora creo que somos de los pocos mercados que están abriendo en su horario habitual”, nos cuenta Eladio, trabajador de la carnicería Hermanos Escudero del Mercado Barceló.

“Hemos comenzado a realizar muchísimos envíos por teléfono, e incluso han conseguido hacer algún nuevo cliente, gracias a nuestra presencia en la página on line del Mercado de Barceló y en otros sites de barrios aledaños”, añadía como dato positivo de la situación de estos días.

A este testimonio se suma el de Ángel, un charcutero que ha informado como está afectando la crisis a las ventas del local.

“Durante la primera semana de la crisis, del 9 al 14 de marzo, las ventas se dispararon, pero durante la semana pasada comenzaron a acusar una falta de clientes por las tardes, y aunque de momento no hemos cambiado la jornada y continuamos abiertos en nuestro horario habitual”, comenta Ángel.

Para esta charcutería es clave la seguridad y tanto él como su personal trabajan con guantes, mascarillas, a lo que suman el lavado permanente de manos y la desinfección de los utensilios de trabajo.

 

 

Pescaderías

En su caso, tal y como señalan desde Fedepesca, Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados, tanto en las lonjas, como en los mercas y las pescaderías se va imponiendo la venta por teléfono y on line, lo que ha disparado el reparto a domicilio, mientras se recupera algo la venta directa.

Existe un riguroso cumplimiento de las medidas de seguridad impuestas, como confirman las inspecciones sanitarias extraordinarias que realizan las distintas administraciones autonómicas.

 

Por término medio, puede decirse que las ventas físicas en tienda representan el 25 % frente al 75% de las ventas a domicilio. El comercio especializado ha realizado un gran esfuerzo para potenciar la venta on line, por teléfono y WhatsApp y distribuirlo a domicilio para facilitar el consumo de productos pesqueros frescos.

 

Respecto al punto de venta final, también en las pescaderías tradicionales de las distintas comunidades autónomas se adaptan los precios en función a los precios en origen y en los mercados mayoristas, que se fijan diariamente en función de oferta y demanda.

 En las grandes superficies se constata una reducción de la venta de los productos altamente perecederos, como el pescado, pero en el canal tradicional el pescado fresco mantiene sus niveles de venta al consumidor final.

 

Panaderías

El suministro de pan y derivados continúa con su trabajo, quizás en algunos puntos se ve hasta más intensificado. Es el caso de las panaderías de los pueblos, que muchas de ellas, han optado por trasladar sus productos directamente a las casas de ancianos para facilitar las medidas sanitarias de estas personas y que no corran ningún tipo de riesgo. En las grandes ciudades también se realiza a través de vía telefónica y on line, así lo afirman desde CEOPAN, que han trasladado cómo los panaderos están viviendo la situación actual.

 

Una de las mayores preocupaciones es qué ocurrirá y cómo afectará a los pedidos de pan y otros productos asociados, de restaurantes y bares, ya que se prevé una bajada de suministros.

Las tiendas de alimentación de proximidad, como son los mercados y tiendas especializadas a pie de calle, están realizando un gran trabajo que permite a la sociedad evitar las aglomeraciones y las largas colas que se producen en los supermercados. Sin embargo, algunas de estas tiendas están siendo olvidadas por los consumidores sin tener en cuenta el gran producto que pueden ofrecer como local especializado y las labores de higiene y seguridad que están llevando a cabo. Medidas que se cumplen al completo para que el consumidor pueda comprar de forma segura.

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