Detectar ciguatoxina antes de que llegue a nuestra mesa: un nuevo reto para el bioanálisis
Revista Alimentaria
26 de julio, 2019
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María Salvador1, Amanda Moyano1-2, Jose Carlos Martínez2, Maria Teresa Fernández-Sánchez3, Antonello Novelli3-4, María Cezón5, Jose Luis Suárez5, Montserrat Rivas1, M. Carmen Blanco-López2*
Departamento de Física, IUTA, Universidad de Oviedo, 33204 Gijón, Departamento de Química Física y Analítica e Instituto Universitario de Biotecnología de Asturias, Universidad de Oviedo, 33006 Oviedo Departamento de Bioquímica y Biología Molecular e Instituto Universitario de Biotecnología de Asturias, Universidad de Oviedo, 33006 Oviedo Departamento de Psicología e Instituto Universitario de Biotecnología de Asturias, Universidad de Oviedo, 33006 Oviedo Red Táctica, Los Prados 166, Edificio Impulsa Oficina 13-15, Parque Científico-Tecnológico de Gijón, 33202 Gijón.
La intoxicación ciguatérica por pescado (CFP) es un síndrome causado por el consumo de muchas especies de peces tropicales y subtropicales contaminados con las denominadas ciguatoxinas (CTXs), compuestos de naturaleza lipofílica que consisten en 13 a 14 anillos fusionados por enlaces éter. Estos compuestos son producidos por la biotransformación en los peces de compuestos precursores producidos por el dinoflagelado béntico Gamberdierdiscus toxicus, y acumulados en su tejido graso gracias a la cadena alimenticia. Las CTXs son moléculas estables al calor que resisten a la cocción y a condiciones ácidas y básicas suaves.
El número de personas que sufre esta situación sanitaria anualmente está estimado entre 10000 – 50000 casos. Sin embargo, la verdadera incidencia de esta intoxicación es difícil de estimar, ya que solamente en torno al 2-10% de las intoxicaciones se notifican a las autoridades.
Aunque la intoxicación por CTXs se conoce desde hace unos 200 años, siempre se ha encontrado geolocalizada entre las latitudes 35° norte y 35° sur, principalmente en el Caribe, islas de los océanos Pacífico-Índico y en el océano Índico. Sin embargo, se han dado casos fuera de estas zonas, entre los que cabe destacar los reportados en las Islas Canarias (España) y Madeira (Portugal). Fenómenos como el cambio climático, la globalización del comercio y el turismo tienen un gran impacto en la distribución y proliferación de estas toxinas, distribuyendo a nivel global un problema inicialmente localizado.
Los síntomas de la intoxicación por CTXs incluyen problemas gastrointestinales y neurológicos principalmente, pudiendo estos últimos persistir durante meses o años e incluso acarrear la muerte. Los primeros síntomas incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, comienzan tras aproximadamente 6 a 12 h del consumo de pescado y...
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