^{Antonio de Mora}

^{Secretario general y portavoz de ASEMESA}

Casi sin darnos cuenta tenemos a la vuelta de la esquina otra campaña de recolección de la aceituna de verdeo y puede ser un buen momento para repasar algunos de los retos y desafíos a los que se enfrenta el sector, y no es raro que haya sido así dada la cantidad de problemas e incidencias que venimos encadenando desde hace años. Para el sector de la aceituna de mesa española estos últimos años están siendo más complicados si cabe, ya que a los problemas horizontales o trasversales, como se les llama últimamente, hay que añadir el de los aranceles de EE.UU., que sigue sin resolverse, y el efecto especial de la invasión de Ucrania y el subsiguiente conflicto, ya que esa zona representa un mercado muy importante para nuestra aceituna de mesa, la negra especialmente.

A los aranceles impuestos por la Administración norteamericana que hemos mencionado, le siguieron también los gravámenes a la aceituna verde. Luego vino la pandemia mundial, el Brexit, el alza de costes, campañas de recolección dificultosas, la Ley de la Cadena Alimentaria, la amenaza del Nutri-Score, para terminar con la invasión rusa de Ucrania.

Estoy plenamente convencido de que, de no ser por la entereza y la determinación demostradas por las empresas de ASEMESA, habríamos corrido serio riesgo de perder todo el mercado de aceituna negra de EEUU, tendríamos un sector muy intervenido (me temo que en contra de la industria), la norma de calidad de la aceituna no tendría nada que ver con la actual y así podría seguir con muchos más ejemplos. Creo, por tanto, de justicia destacar el papel de nuestra asociación en defensa del sector.

A pesar de todos los reveses sufridos y los múltiples problemas sobrevenidos, la industria de la aceituna de mesa española continúa su senda y su asociación, ASEMESA, defendiendo y representando los intereses del sector.

ASEMESA no desfallece en su lucha contra los aranceles a la aceituna negra por tres vías distintas: recurso ante la justicia de EE.UU., denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y revisiones administrativas anuales.

En el primer recurso, se ha conseguido un nuevo “fallo” provisional a favor de ASEMESA y esperamos uno definitivo en las próximas semanas. La OMC también resolvió en noviembre a favor de la UE, pero tampoco tiene efecto inmediato y hay que seguir presionando para que se traduzca en medidas concretas. De hecho, estamos convencidos de que EEUU empleará todo tipo de artimañas para mantener este gravamen más allá del mes de enero, fecha convenida para que la Administración norteamericana cumpla el dictamen de la OMC. En cuanto a las revisiones administrativas, se ha conseguido una importante reducción de los aranceles, aunque no tiene carácter definitivo y no es de aplicación general.

Aun con este horizonte de nubarrones, ASEMESA seguirá trabajando con el objetivo de lograr la supresión de estos aranceles, a pesar de la falta casi total de apoyo económico de las administraciones europeas y españolas, con la única excepción del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Como hemos reiterado en innumerables ocasiones, esta situación resulta inexplicable, máxime cuando hemos perdido ya 170 millones de euros en exportaciones a EE.UU. y llevamos pagados 8,5 más en gastos de defensa.

Una de las escasas noticias positivas recientes ha sido la eliminación del arancel adicional del 25% que pesaba sobre la aceituna verde exportada a EE.UU. como parte de las medidas de represalia contra la UE en el marco de la disputa comercial por las ayudas públicas a la industria aeronáutica.

La reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria constituye otro motivo de gran preocupación debido a las disposiciones que obligan a que el precio cubra el coste efectivo de producción. La reforma de la nueva Ley mantiene esta obligación y no resuelve, sino que agrava, los problemas de inseguridad jurídica que crea.

Para sectores como el nuestro, que depende de los mercados exteriores en un 70%, esta obligación juega en contra de sus potenciales intereses ya que, en lugar de fomentar la eficiencia, favorece todo lo contrario y nos resta competitividad frente a los demás países productores.

Por último, otro motivo de preocupación para el sector sigue siendo la iniciativa del Nutri-Score. Como otros  sectores, el de aceituna de mesa se ha manifestado en contra de la implantación de este sistema de etiquetado nutricional frontal debido a las importantes carencias con las que cuenta. ASEMESA ha promovido y apoyado, a través de la interprofesional del sector, todas las medidas posibles para modificar el sistema, defendiendo que, en último caso, se trabaje en el seno de la UE para disponer de una regulación armonizada para toda la zona europea en lugar de sistemas nacionales individuales que, entre otras consecuencias, rompen la unidad de mercado.