Un estudio de la Comisión Europea constata la repercusión positiva que tienen los acuerdos comerciales en los sectores agroalimentarios. El análisis, publicado a finales de enero, concluye que la agenda comercial de la UE tendrá un impacto globalmente positivo en la economía y en el sector agroalimentario. Los acuerdos comerciales repercutirán en el aumento importante de las exportaciones agroalimentarias, pero también en el aumento -más limitado- de las importaciones, lo que generará una balanza comercial positiva. En cuanto a las importaciones, el estudio confirma que el enfoque comunitario de conceder un número limitado de importaciones con aranceles reducidos es el mejor para proteger determinados sectores agroalimentarios vulnerables.

 

El estudio, realizado por el Centro Común de Investigación de la Comisión (JRC), analiza los resultados comerciales para el sector agrícola en su conjunto y las repercusiones sectoriales sobre los intercambios comerciales, los precios de producción y los volúmenes de producción. Su principal objetivo es el de examinar los efectos acumulativos de doce acuerdos comerciales en el sector agroalimentario de aquí a 2030.

El estudio abarca los acuerdos de libre comercio (ALC) recientemente celebrados o puestos en marcha por la UE, así como los acuerdos comerciales incluidos en la agenda de la UE. Evalúa dos escenarios: uno ambicioso, que incluye la liberalización total de los aranceles del 98,5% de todos los productos y reducción parcial de los aranceles del 50% para los productos restantes, y otro más conservador, que contempla la liberalización del 97% y la reducción arancelaria del 25% para los demás. Los efectos medioambientales y climáticos no entran en el objeto de estudio, así como tampoco las iniciativas relacionadas con el Pacto Verde. Las evaluaciones del impacto sobre la sostenibilidad, elaboradas como apoyo de las negociaciones comerciales, ya ofrecen a la Comisión un análisis detallado de las posibles repercusiones económicas, sociales, medioambientales y de derechos humanos.

Principales conclusiones

A lo largo del estudio, las conclusiones se refieren a 2030 y los diferentes escenarios se comparan con el escenario de referencia de mantenimiento del statu quo.

En ambos escenarios, los resultados muestran una repercusión positiva en la balanza comercial agroalimentaria de la UE hasta 2030. A medida que los socios comerciales de la UE obtienen acceso al mercado de la UE, las exportaciones también crecen notablemente. De este modo, las exportaciones comunitarias a los doce socios de los acuerdos de libre comercio deberían aumentar un 25% en un escenario conservador y un 29% en un escenario ambicioso, mientras que las importaciones aumentarían un 10% (escenario conservador) y un 13% (escenario ambicioso).

En términos monetarios, esto corresponde a un aumento del total de las exportaciones agroalimentarias de la UE de 4700 millones de euros en un escenario conservador, y de 5500 en un escenario ambicioso. Por su parte, las importaciones crecerían en 3700 millones de euros (escenario conservador) o en 4700 (escenario ambicioso).

El estudio confirma que el sector agrícola de la UE puede beneficiarse de la agenda comercial comunitaria. Una comparación entre los estudios del efecto acumulativo de 2016 y 2021 muestra la eficacia de los contingentes arancelarios para atenuar las repercusiones sobre sectores sensibles, como la carne de vacuno, el arroz o el azúcar.

El estudio de 2016 ya sirvió de base para la estrategia con respecto a Mercosur, y esta actualización puede utilizarse como base empírica para subrayar la importancia de los contingentes arancelarios en las negociaciones comerciales en curso. Además, una futura PAC ambiciosa, que apoye la innovación, la sostenibilidad y la competitividad del sector agrícola de la UE, también puede contribuir aAlimentos de las negociaciones comerciales, reforzando al mismo tiempo los positivos.

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