En los últimos 20 años, el comercio mundial de sustancias anabólicas ha aumentado significativamente. El comercio de sustancias dopantes es descentralizado y altamente flexible, y está abierto a cualquier persona que desee realizar pedidos en línea o viajar a países productores y comprar sustancias a granel a fabricantes legítimos. Los consumidores finales, con frecuencia culturistas y fanáticos de los gimnasios, determinan los patrones de este tráfico.

En este marco, 33 países, incluyendo a España, INTERPOL, el Centro Común de Investigación (JRC), la oficina Europea Anti-Fraude (OLAF) y la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) han unido fuerzas en la operación Viribus, coordinada por Europol, para tomar medidas frente al tráfico de estas sustancias, así como medicamentos falsificados. La operación, que ha sido liderada por los Carabinieri italianos y codirigida por la Unidad Financiera de la Policía Griega (Ελληνική Αστυνομία), es la mayor acción de este tipo realizada hasta ahora.

Como señalan desde Europol, los atletas usan esteroides y / o sustancias anabólico-androgénicas para mejorar la resistencia y el rendimiento, para reducir la grasa corporal y estimular el crecimiento muscular. Sin embargo, estas sustancias pueden dañar gravemente la salud humana. Aumentan el riesgo de ataques cardíacos y arteriosclerosis, dañan el sistema reproductivo, el hígado y los riñones y aumentan el riesgo de cáncer.  En el caso de los animales, también existen algunos propietarios que usan hormonas para intensificar la reproducción, para engordar animales de granja o para mejorar el rendimiento en competiciones deportivas, especialmente las carreras de caballos.

El cierre de laboratorios "subterráneos" ilegales fue uno de los principales objetivos de la operación: se detectaron y cerraron nueve, ubicados en países europeos, y se incautaron casi 24 toneladas de polvo de esteroides en bruto. Por lo general, los grupos del crimen organizado administran estos laboratorios y venden el material ilegal en el mercado negro. Los individuos también pueden poner en marcha laboratorios más pequeños. Las sustancias dopantes producidas se venden en línea o en gimnasios locales, centros deportivos, tiendas ilegales y mercados locales.

La Operación Viribus también se centró en los controles de dopaje durante los eventos deportivos: se han llevado a cabo 1.357 controles (análisis de sangre y orina) en algunos de los países participantes.  Los controles de dopaje son un procedimiento de rutina para cualquier atleta que participa en competiciones. Las pruebas suelen realizarse al final de las competiciones (controles en competición) o durante los entrenamientos o juegos amistosos (controles fuera de competición).

Resultados generales durante toda la operación

Se incautaron 3,8 millones de sustancias dopantes ilícitas y medicamentos falsificados (las incautaciones incluían sustancias dopantes, suplementos dietéticos, medicamentos y suplementos deportivos y alimenticios); 17 grupos organizados desmantelados; 9 laboratorios subterráneos interrumpidos; 234 sospechosos arrestados; 839 casos judiciales abiertos; Casi 1.000 personas reportadas para la producción, el comercio o el uso de sustancias dopantes.

Últimas tendencias detectadas durante la operación

Los mayoristas están importando enormes cantidades de esteroides para alimentar el mercado ilegal; atletas no profesionales, ciclistas y fisicoculturistas están comprando pequeños paquetes de esteroides, principalmente de Asia o Europa del Este para llevarlos a gimnasios; mayor uso de las redes sociales para la publicidad, promoción y venta de productos anabólicos; pequeños grupos del crimen organizado están invirtiendo en laboratorios ilegales y vendiendo sustancias dopantes; crecimiento continuo de farmacias en línea no autorizadas y no reguladas, también en la deep web; un mayor uso de tarjetas de crédito recargables y criptomonedas para realizar transacciones.

Europol desplegó cinco expertos y oficinas móviles en Hungría y España para realizar una verificación cruzada en tiempo real de los datos recopilados durante el curso de la operación y proporcionar apoyo forense. Los expertos de la Coalición Coordinada de Delitos contra la Propiedad Intelectual de Europol (IPC3), financiados por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), también apoyaron las actividades a través de informes de inteligencia de fuente abierta en sitios web y materiales de dopaje de tráfico de cuentas. La industria farmacéutica cooperó proporcionando inteligencia a través del Instituto de Seguridad Farmacéutica (PSI).

Europol apoyó las actividades operativas con varias reuniones de coordinación, estratégicas y operativas. El 27 y 28 de mayo se celebró un taller de Viribus en Budapest, Hungría, para fortalecer la respuesta conjunta de las autoridades policiales, las agencias nacionales antidopaje, Eurojust, Europol y la AMA al tráfico de sustancias dopantes.

Los siguientes países participaron en la Operación Viribus: 23 Estados miembros (Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Alemania, Hungría, Irlanda, Letonia, Lituania, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal) , Rumania, Eslovenia, España, Reino Unido) y 10 países terceros (Albania, Bosnia y Herzegovina, Colombia, Islandia, Macedonia del Norte, Moldavia, Montenegro, Suiza, Ucrania y los Estados Unidos).

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