El Tratado de Alta Mar, también conocido como el acuerdo sobre la biodiversidad más allá de la jurisdicción nacional o 'BBNJ', se firmó en Nueva York el 20 de septiembre, dentro de la Semana de Alto Nivel de las Naciones Unidas. Además de la UE como organización, muchos países firmaron el tratado.

El acuerdo prevé la gobernanza común de aproximadamente la mitad de la superficie de la Tierra y el 95 % del volumen del océano, el hábitat más grande de nuestro planeta azul, para promover la equidad y la justicia; hacer frente a la degradación ambiental; luchar contra el cambio climático, y prevenir la pérdida de biodiversidad en alta mar.

La adopción de este acuerdo es un logro histórico que marca el final exitoso de más de una década de trabajo multilateral. Complementa la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), que proporciona el marco jurídico bajo el cual tienen lugar todas las actividades humanas en el océano.

"La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, han firmado el Tratado de Alta Mar en nombre de la UE, dando ejemplo a otros países para que hagan lo mismo. ¡Es un día histórico para la protección de alta mar!", ha declarado el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius. "Pero tenemos que seguir trabajando para lograr una rápida ratificación, con la esperanza de que el tratado pueda entrar en vigor para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos de junio de 2025 en Niza, Francia".

El texto del tratado se acordó en marzo de 2023 y se adoptó formalmente el 19 de junio, por consenso, en la sede de la ONU en Nueva York. Entrará en vigor después de 60 ratificaciones.

Un papel clave para la UE

La UE y sus Estados miembros han desempeñado un papel clave en la consecución del acuerdo, liderando una «Coalición de Alta Ambición» en el BBNJ de 52 países comprometidos al más alto nivel político.

La UE también se ha comprometido a apoyar la aplicación del tratado, en particular por parte de los países en desarrollo del Programa Global de los Océanos de la UE. Asimismo, ha invitado a los miembros de la Coalición de Alta Ambición en el BBNJ a hacer lo mismo dentro de sus capacidades.

Próximos pasos

Una vez ratificado, el Tratado de Alta Mar permitirá el establecimiento de áreas marinas protegidas en alta mar a nivel mundial, salvaguardando el océano de las presiones humanas en una contribución importante a la reducción del cambio climático, a la protección de la biodiversidad y al logro del objetivo de proteger al menos el 30 % del planeta para 2030. Por lo tanto, el tratado aborda una brecha flagrante en la protección de los océanos, ya que solo alrededor del 1 % de la alta mar está protegida actualmente.

El tratado también establece un marco para una distribución justa y equitativa de los beneficios monetarios y no monetarios de los recursos genéticos marinos, y para la creación de capacidad y la transferencia de tecnologías marinas a los países en desarrollo, así como un fondo voluntario para ayudar a los países en desarrollo a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de las Naciones Unidas sobre "Vida submarina".

Contexto

Las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional comprenden la alta mar y los fondos marinos fuera de la jurisdicción nacional.

Contienen recursos marinos y biodiversidad, y proporcionan valiosos beneficios ecológicos, económicos, sociales, culturales, científicos y de seguridad alimentaria a la humanidad. Sin embargo, están bajo una creciente presión por la contaminación, la sobreexplotación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Para abordar mejor estos desafíos, y en vista de la creciente demanda futura de recursos marinos (alimentos, medicamentos, energía, por ejemplo), parecía necesario establecer un nuevo tratado.

Este Tratado de Alta Mar también debe ser fundamental para aumentar la coherencia, la coordinación y las sinergias entre las actividades relacionadas con los océanos llevadas a cabo por muchas organizaciones y partes interesadas, contribuyendo así a una gestión más holística de las actividades en alta mar.