La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI) alerta de la actual escasez de dióxido de carbono en toda Europa, con el consiguiente impacto que puede tener en la industria alimentaria.

El dióxido de carbono (CO₂) se usa de una forma muy habitual como conservante en envases en atmósfera protectora por ser un gas que alarga la vida útil de los alimentos envasados. Es incoloro e insípido, y garantiza unas condiciones óptimas de seguridad alimentaria.

La industria ha de anticiparse

El dióxido de carbono (CO₂) es un gas de envasado utilizado ampliamente en la industria alimentaria, a fin de prolongar la vida útil de los alimentos envasados en atmosfera protectora. En Europa ya se ha empezado a notar esta insuficiencia de dióxido de carbono que está causando dificultades al sector alimentario, con las consiguientes pérdidas si las empresas no son capaces de adelantarse e implementar rápidamente otras alternativas en el envasado. La industria alimentaria ha de darse prisa para evitar perjuicios, disminuir el impacto y buscar soluciones alternativas.

En caso de que las industrias sustituyan este gas por otro, deberán verificar la vida útil del alimento. Además, cuando el uso de una mezcla de gases suponga un punto de control crítico, este deberá ser validado y verificado.

Estudios de vida útil y conservación para garantizar la seguridad alimentaria Actualmente, la normativa vigente referente al etiquetado de los productos alimenticios (Reglamento (UE) 1169/2011) obliga a incluir el tiempo que transcurre desde su elaboración hasta su deterioro.

Asimismo, los operadores de las empresas alimentarias responsables de la fabricación de los productos alimenticios deberán realizar estudios para investigar el cumplimiento de los criterios a lo largo de toda su vida útil, según el Reglamento (CE) nº 2073/2005 de la Comisión Europea, de 15 de noviembre de 2005, relativo a los criterios microbiológicos aplicables a los productos alimenticios.

En este sentido, el Centro Tecnológico Agroalimentario, Ctic Cita, tiene una reconocida experiencia como centro investigador de referencia en el estudio y desarrollo de envases y una amplia trayectoria en cuanto a estudios de verificación de vida útil de los alimentos. Los estudios de verificación de vida útil deben realizarse siempre que:

- Se realice un nuevo desarrollo de producto.

- Se lleven a cabo modificaciones de la formulación de un producto por incorporación o sustitución de ingredientes, aditivos.

- Se modifique el proceso o el sistema de envasado, así como las condiciones de almacenamiento de un alimento.

- Existan reclamaciones de producto.

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