En España, la Sanidad Animal viene regulada en la Ley 8/2003, de 24 de abril, de Sanidad Animal, y el Real Decreto 1940/2004, de 27 de septiembre, sobre la vigilancia de zoonosis y agentes zoonóticos Por otro lado, existen numerosas referencias normativas para puntos concretos dentro del marco del control de la Sanidad Animal, destacando entre ellas el Real Decreto 2611/1996, de 20 de diciembre, por el que se regulan los programas nacionales de erradicación de enfermedades de los animales (modificado por los RR.DD. 1047/2003 y 51/2004).

Junto con lo anterior, también deben tenerse en cuenta las indicaciones de organismos internacionales como la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) que, a través de su Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los Animales Terrestres y el Código Sanitario para los Animales Acuáticos, establece directrices a seguir en el control diagnóstico de la Sanidad Animal.

En este entorno altamente regulado, el desarrollo y realización de análisis es una herramienta que tiene una repercusión decisiva y los laboratorios que los realizan trabajan en un entorno de creciente exigencia y responsabilidad, tanto legal como social, que reclama un nivel de calidad y de confianza extraordinarios.

Por ello, tanto los métodos de ensayo como los laboratorios que los realizan deben asegurar la fiabilidad de los resultados al máximo nivel permitido por el desarrollo científico, lo cual implica que, además de reunir los criterios técnicos que aseguren su validez, deben ser realizados con una serie de garantías que permitan obtener resultados comparables con independencia del laboratorio que los ejecute. 

Para más información vea Revista Alimentaria nº 426 de septiembre 2011