La Huella de Carbono en el sector agroalimentario: una herramienta interna de reducción de costes

2 de febrero, 2012

Extracto del artículo publicado en Revista Alimentaria nº429 de diciembre 2011-enero 2012. Autora: Cecilia Alcalá. Dctora. Dpto. Energía y Sostenibilidad Prysma


Extracto del artículo publicado en Revista Alimentaria nº429 de diciembre 2011-enero 2012
Autora: Cecilia Alcalá. Dctora. Dpto. Energía y Sostenibilidad Prysma

http://www.prysma.es/

 

La Huella de Carbono describe la cantidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que son liberados a la atmósfera como consecuencia del desarrollo de cualquier actividad. Se puede calcular para una organización, producto, obra o servicio. Es una forma de que tanto organizaciones como individuos puedan analizar el impacto de sus actividades en el medio ambiente y conocer sus efectos sobre el cambio climático.

 

La Huella de Carbono consolida un inventario de GEI que incluye tanto las emisiones directas, asociadas a las actividades que son controladas por la organización, como aquellas emisiones indirectas, que no siendo generadas en fuentes controladas por la compañía, son consecuencia de las actividades de ésta.

 

Según la Comisión Europea, el sector de alimentos y bebidas contribuye entorno al 18% del total de las emisiones de GEI. Tras la ratificación de tratados internacionales como el de Kioto, los acuerdos alcanzados en la cumbre de Copenhague y los objetivos fijados en Cancún, las administraciones públicas comparten con el sector privado el compromiso y la responsabilidad de elaborar planes estratégicos para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, principales precursores del cambio climático. Para que estas estrategias de reducción sean eficaces, un buen principio es realizar un diagnóstico del estado de la empresa en materia de GEI, a través del inventario de emisiones.

 

El sector agroalimentario en España supone 85.000 mm€ de facturación, lo que representa el 8% del P.I.B. nacional; con casi 31.000 empresas y 460.000 trabajadores. Por todo ello, no puede ni debe quedarse al margen de la Estrategia global de mitigación de los efectos producidos por el cambio climático....

 

Para leer el artículo completo vea Revista Alimentaria nº429 de diciembre 2011-enero 2012


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