National Starch Food Innovation ha ampliado en Europa su gama Novation® de almidones nativos funcionales, que  facilita una declaración de ingredientes “limpia”, con Novation Uno 260, una solución económica que permite a los  fabricantes de alimentos formular productos atractivos sin aditivos y sin la variabilidad de resultados asociada a los  almidones nativos tradicionales. Los almidones nativos tradicionales tienen la ventaja de figurar simplemente como  “almidón” en la declaración de ingredientes, pero pueden resultar problemáticos. Sus resultados no son iguales en  todos los sistemas de alimentos y pueden conllevar problemas como gelificación o sinéresis, con la consiguiente  inestabilidad de conservación. En cambio, Novation Uno 260 proporciona la funcionalidad y las prestaciones  necesarias para sistemas que requieran una tolerancia a los procesos baja a moderada. Con un perfil gustativo  neutro, resulta especialmente apto para salsas y sopas de sabor neutro.
Laura Goodbrand, directora europea de marketing de ingredientes saludables de National Starch Food Innovation,  asegura que “muchos formuladores de alimentos desean penetrar en el mercado de los productos sin aditivos, en  constante crecimiento, pero se han visto desalentados por el  comportamiento poco predecible de los almidones  nativos. Con Novation Uno 260, los fabricantes pueden pasarse al “etiquetado limpio” y dirigirse a los consumidores  que buscan alimentos cómodos y sanos con buen sabor y textura que además sean económicos”.
Desde su lanzamiento hace más de 13 años, la gama Novation se ha consolidado por su calidad y funcionalidad sin aditivos, proporcionando prestaciones probadas en diferentes aplicaciones. Novation Uno 260 sigue a otras  incorporaciones recientes a la gama, como Novation 4300, Novation 5300 o Novation 6260. Con numerosas  opciones instantáneas o para cocción, los almidones Novation pueden emplearse para mejorar la calidad de una  amplia gama de alimentos procesados sin aditivos u orgánicos: desde platos preparados, sopas y salsas hasta  productos lácteos o preparados de fruta.

Para más información ver Revista Alimentaria nº 415 de julio-agosto 2010