Nuevos avances en detección y eliminación de patógenos para garantizar la seguridad de los alimentos

25 de abril, 2013


Lograr productos cada vez más seguros está en la base de la industria alimentaria. Las investigaciones se dirigen hacia la obtención de técnicas de detección rápida y precisa de los diferentes patógenos y contaminantes y hacia tecnologías que puedan eliminarlos de la forma más eficaz, manteniendo al mismo tiempo las cualidades de los alimentos. Asimismo, otra preocupación para el sector es informar adecuadamente a los consumidores de las características de aquellos productos que se diferencian por su calidad

 

Según el último informe anual del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la Unión Europea, en 2011 se transmitieron 9.157 notificaciones a través del RASFF relacionadas con incumplimientos de la legislación alimentaria de la Unión Europea, 617 de las cuales se referían a riesgos graves.

 

En la mayoría de los casos no se trataba de notificaciones nuevas (3.812) sino de notificaciones de seguimiento
(5.345), lo que refleja una mayor eficacia del sistema, gracias a una mejor selección y un seguimiento más extenso.

 

De las 3.812 notificaciones nuevas, 3.139 se referían a alimentos, 361 a piensos y 312 a materiales en contacto con alimentos. Entre los problemas más notificados figuran la presencia de aflatoxinas en los piensos, las frutas pasas y los frutos de cáscara y la migración de sustancias químicas de utensilios de cocina procedentes de China.

 

El RASFF desempeña un papel esencial para garantizar la seguridad “de la granja a la mesa”, desencadenando
una rápida reacción cuando se detecta un riesgo alimentario. Todos los miembros del RASFF (los Estados miembros de la UE, los países del EEE (Islandia, Liechtenstein y Noruega), la Secretaría de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), Suiza, la Comisión Europea y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA) son informados rápidamente de los riesgos graves detectados en los alimentos o los piensos, de manera que puedan reaccionar juntos de forma coordinada ante las amenazas para la seguridad alimentaria y proteger así la salud de los ciudadanos de la UE. Uno de los logros del sistema ha sido el refuerzo de los controles de seguridad en las fronteras de la UE.

 

Casi la mitad de las notificaciones estaban relacionadas con alimentos y piensos rechazados en dichas fronteras. Cuando se detecta uno de estos productos, el RASFF informa al tercer país de procedencia y le pide que adopte medidas correctoras y evite que el problema vuelva a producirse. Cuando se detecta un problema grave y persistente, la Comisión pide al país en cuestión que aplique medidas correctoras urgentes, como la supresión de establecimientos de las listas, el bloqueo de las exportaciones o la intensificación de los controles.

 

El RASFF ha ayudado a afrontar y atenuar...

 

Extracto del monográfico en seguridad alimentaria y calidad publicado en Alimentaria nº 442 de abril 2013


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