Nuevos sensores de oxígeno ópticos de Mettler Toledo para la aireación del mosto de la cerveza
22 de julio, 2010
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El control del oxígeno disuelto (OD) en el proceso de las cerveceras es esencial para la calidad y la producción de la cerveza. Al contrario de lo que ocurre al final del proceso cervecero, donde es necesario que el nivel de oxígeno sea extremadamente bajo para garantizar una larga vida útil y un sabor estable del producto final, una alta concentración de oxígeno es necesaria antes de la fermentación. Por ello, Mettler Toledo presentó un innovador sensor óptico para la detección de trazas de oxígeno, principalmente en la línea de filtrado y llenado de las cerveceras. Ahora, la compañía amplía aún más su portfolio de producto con el nuevo sensor óptico de OD para la aireación del mosto de la cerveza. El InPro6960i está diseñado para aplicaciones con niveles de OD hasta 25 ppm usando la innovadora tecnología óptica de fluorescencia.
Esta solución, muy eficiente y fácil de usar, es el resultado de la combinación de la experiencia de Mettler Toledo con la tecnología óptica y un profundo conocimiento de las aplicaciones cerveceras. Además, establece una nueva referencia en la estabilidad a largo plazo, facilidad de uso y fiabilidad gracias a la tecnología integrada de ISM (Gestión de Sensores Inteligentes). El mantenimiento y la calibración se pueden llevar a cabo en el laboratorio en un ambiente limpio y con “enchufar y medir” se puede reinstalar el sensor en el punto de medición sin ninguna configuración y ningún know-how especializado.
Un diagnóstico mejorado permite un mantenimiento predictivo y la planificación de las calibraciones y reduce radicalmente el riesgo de tiempos de inactividad no previstos a causa de fallos en los sensores.
Para más información ver Revista Alimentaria nº 414 de junio 2010
Esta solución, muy eficiente y fácil de usar, es el resultado de la combinación de la experiencia de Mettler Toledo con la tecnología óptica y un profundo conocimiento de las aplicaciones cerveceras. Además, establece una nueva referencia en la estabilidad a largo plazo, facilidad de uso y fiabilidad gracias a la tecnología integrada de ISM (Gestión de Sensores Inteligentes). El mantenimiento y la calibración se pueden llevar a cabo en el laboratorio en un ambiente limpio y con “enchufar y medir” se puede reinstalar el sensor en el punto de medición sin ninguna configuración y ningún know-how especializado.
Un diagnóstico mejorado permite un mantenimiento predictivo y la planificación de las calibraciones y reduce radicalmente el riesgo de tiempos de inactividad no previstos a causa de fallos en los sensores.
Para más información ver Revista Alimentaria nº 414 de junio 2010
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