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El queso fresco goza de una gran demanda en muchos países. Tradicionalmente, esta clase de queso se fabrica con leche fresca pasteurizada o nata, que se espesa con ayuda de bacterias de ácido láctico y una pequeña cantidad de cuajo y, a continuación, se separa. Sin embargo, especialmente en las regiones cálidas, la disponibilidad permanente de la leche fresca es problemática. Con los nuevos sistemas funcionales Stabisol FET 2 y Stabiprot 80 G, Hydrosol ofrece a los fabricantes una alternativa económica a la leche fresca. Las combinaciones de sustancias activas tienen dos ventajas decisivas respecto a la fabricación tradicional de queso fresco: por una parte, el coste de maquinaria es considerablemente menor y, por otra parte, apenas se generan productos derivados, como el suero de leche.
“Hemos creado una receta con la que un productor puede fabricar un recombinado también sin leche –o con un empleo parcial de leche– o un preparado de queso fresco. Para la fabricación solamente se necesita una caldera de proceso y un homogeneizador”, ha explicado Hans-Ulrich Cordts, Responsable Técnico Comercial para la Industria Láctea en Hydrosol. “El fabricante mezcla en la caldera de proceso la mezcla preparada de agua, grasa
y Stabisol FET 2, así como Stabiprot 80 G, de acuerdo con la receta”. Ésta se ha diseñado tan flexible que, según el producto final deseado, como componente graso puede utilizarse tanto grasa de mantequilla como también grasa de palmiste. Con la grasa vegetal, el producto es algo más blanco y consistente que con la grasa de mantequilla. Por el contrario, la mantequilla confiere al preparado un color lechoso, algo amarillento. El empleo de grasa vegetal se ha mostrado especialmente rentable, de modo que el fabricante obtiene un producto final a un precio comparativamente económico”, afirma Cordts.
Para más información ver Revista Alimentaria nº 414 de junio 2010
“Hemos creado una receta con la que un productor puede fabricar un recombinado también sin leche –o con un empleo parcial de leche– o un preparado de queso fresco. Para la fabricación solamente se necesita una caldera de proceso y un homogeneizador”, ha explicado Hans-Ulrich Cordts, Responsable Técnico Comercial para la Industria Láctea en Hydrosol. “El fabricante mezcla en la caldera de proceso la mezcla preparada de agua, grasa
y Stabisol FET 2, así como Stabiprot 80 G, de acuerdo con la receta”. Ésta se ha diseñado tan flexible que, según el producto final deseado, como componente graso puede utilizarse tanto grasa de mantequilla como también grasa de palmiste. Con la grasa vegetal, el producto es algo más blanco y consistente que con la grasa de mantequilla. Por el contrario, la mantequilla confiere al preparado un color lechoso, algo amarillento. El empleo de grasa vegetal se ha mostrado especialmente rentable, de modo que el fabricante obtiene un producto final a un precio comparativamente económico”, afirma Cordts.
Para más información ver Revista Alimentaria nº 414 de junio 2010
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