Recuperan dos variedades que soportan muy bien las altas temperaturas y la sequía. Esta característica las hace muy interesantes para afrontar el cambio climático, tal y como ponen de relieve desde Bodegas Torres, impulsora del proyecto de recuperación de variedades ancestrales en el que se ha producido este hallazgo. Dicho proyecto lleva en marcha más de tres décadas, y en él se han recuperado variedades como querol, garró y selma blanca. Ahora se suman otras dos variedades tintas con gran interés enológico, moneu y gonfaus.

Esta bodega las ha plantado de manera experimental en su finca de L’Aranyó, en Borges Blanques, en la comarca de Les Garrigues (Lérida), y ha constatado que...

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Revista Alimentaria nº 467