El aumento de los precios de los alimentos y de los precios de la energía y los fertilizantes han propiciado que la Comisión Europea tome una serie de medidas para apoyar al sector primario y a los consumidores. Se trata de disposiciones a corto y medio plazo para mejorar la seguridad alimentaria mundial y apoyar a los agricultores, los ganaderos y los consumidores comunitarios.

En tanto que exportador neto de alimentos y primer productor agroalimentario, la UE necesita medidas que contribuyan a reforzar la seguridad alimentaria mundial, especialmente en Ucrania, el norte de África y Oriente Próximo, muy dependientes de las importaciones de cereales, pero también en Asia y África subsahariana.

Aunque la UE dispone de reserva de alimentos, ya que el continente es autosuficiente para muchos productos agropecuarios, hay ciertos productos de los que es importador neto, como las proteínas para piensos. Esta dependencia, junto con los altos precios de insumos, como los fertilizantes y la energía de fuentes fósiles, está provocando problemas de producción a agricultores y ganaderos, y repercutirá en el aumento de los costes de los alimentos.

500 millones de euros y otras medidas

Entre las medidas adoptadas por la Comisión Europea para apoyar al sector agropecuario del continente se encuentra un paquete de 500 millones de euros. Sobre esta base, los Estados podrán facilitar ayuda financiera a los agricultores y ganaderos. Debe darse prioridad a aquellos que estén comprometidos con las prácticas sostenibles, garantizando al mismo tiempo que las ayudas lleguen a los más afectados por la crisis.

También se llevarán a cabo más anticipos de los pagos directos y medidas de desarrollo rural relacionadas con la superficie y los animales a partir del próximo 16 de octubre. Por otra parte, se pondrán en marcha medidas de seguridad del mercado para sostener el mercado de la carne de porcino dada la situación especialmente difícil del sector.

Además, se establecerá una excepción única y temporal para permitir la producción de cultivos destinados a la alimentación humana y animal en barbecho, manteniendo al mismo tiempo el pago de ecologización a los agricultores. Esto ampliará la capacidad de producción de la UE a pesar de la limitada disponibilidad de tierras fértiles.

Los requisitos actuales de importación de piensos serán flexibilizados temporalmente, lo que contribuirá a aliviar la presión sobre este mercado.

La Comisión ha propuesto un nuevo Marco Temporal de Crisis, que, además de a agricultores y ganaderos, incluye a productores de fertilizantes y al sector pesquero. Se controlarán los precios de los fertilizantes y los suministros para agricultores a fin de velar por que no se pongan en peligro las perspectivas de las cosechas de la UE.

También se ha propuesto a los Estados comunitarios comunicar mensualmente los datos sobre las existencias de productos básicos para alimentos y piensos con el objetivo de disponer de una visión de conjunto.

Refuerzo de la seguridad alimentaria mundial

La guerra de Ucrania está poniendo en jaque la seguridad alimentaria de ese país. La Comisión Europea ha puesto en marcha un Programa de Asistencia Urgente de la UE por valor de 330 millones de euros para Ucrania, que tratará de garantizar el acceso a bienes y servicios básicos, así como la protección de la población. Otro objetivo importante es el de reconstruir las pequeñas infraestructuras civiles, planear estratégicamente y garantizar la seguridad energética.

Los precios de los alimentos y la inseguridad alimentaria serán objeto de seguimiento por parte del ejecutivo comunitario, que mantendrá el diálogo con los organismos internacionales y multilaterales, como la FAO, la OMC, el G7 y el G20, para coordinar las políticas.

Además, la UE ha aumentado su ayuda humanitaria a las regiones y a los grupos de población más afectados por la inseguridad alimentaria.

La crisis actual confirma la necesidad de acelerar la transición del sistema alimentario hacia la sostenibilidad a escala mundial. En este sentido, cobra especial importancia el programa de cooperación internacional 2021-2027, donde la UE trabaja en colaboración con unos setenta Estados socios. Asimismo, en la Cumbre sobre Nutrición para el Crecimiento celebrada en Tokio en diciembre de 2021, la UE y sus Estados miembros se comprometieron seguir luchando contra la malnutrición y se comprometieron a aportar la suma considerable de 4 300 millones de euros, incluido un mínimo de 2 500 millones de euros con cargo a la cooperación internacional de la UE, con fines de nutrición en el período comprendido entre 2021 y 2024.

Además, la UE seguirá abogando firmemente por evitar las restricciones a la exportación y las prohibiciones de exportación de alimentos y por un mercado único que funcione correctamente.

Como actuación consecutiva a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021, la Comisión participará en ocho coaliciones en pro de la transformación del sistema alimentario, la resiliencia y el crecimiento sostenible de la productividad.

Apoyo a los agricultores y consumidores de la UE

Otra de las opciones para hacer más asequibles los alimentos es que los Estados miembros apliquen tipos reducidos del impuesto sobre el valor añadido y que animen a los operadores económicos a contener los precios minoristas. Los Estados de la UE también podrán aprovechar los fondos de la UE, como el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD), a través del cual los países comunitarios pueden facilitar productos de alimentación o asistencia material básica a las personas necesitadas.

A través del Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria, organismo recién creado que reúne a las Administraciones nacionales y europea, así como a interlocutores del sector privado de toda la cadena de suministro, se llevará a cabo un análisis exhaustivo de los riesgos y puntos vulnerables de la cadena de suministro alimentario de la UE seguido de las recomendaciones y medidas paliativas adecuadas.