En el marco de FoodTech Barcelona 2018 tuvo lugar el Barcelona Biofilm Summit 2018, un congreso que aportó una visión actualizada de la problemática que representa la presencia de biofilms en las plantas de producción de alimentos y bebidas y de las estrategias de control y gestión del riesgo asociado.

Se convirtió en un punto de encuentro de técnicos, gestores y profesionales del sector para difundir y debatir nuevos conocimientos sobre uno de los grandes retos de la producción de alimentos. La problemática se abordó desde la vertiente científica hasta la aplicación práctica en la industria.

En el congreso participaron diversos expertos en este tema, tanto a nivel internacional, como Diane Walker, de la Universidad del Estado de Montana; Daniel Ramón, de la empresa ADM; o Manuel Simoes, de la Universidad de Oporto; como a nivel nacional, como Teresa Aymerich, del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), así como representantes de empresas como Pedro Panisello, de Nestlé; Raúl Mesa, de Coca-Cola European Partners Iberia; o Cristina Díez, de Grupo Palacios, que expusieron sus experiencias en cuanto a métodos de detección y eliminación de biofilms.

Durante el encuentro, Revista Alimentaria tuvo la oportunidad de entrevistar a una de las ponentes, Teresa Aymerich, del IRTA, que repasó los principales puntos que se abordaron a lo largo de los dos días que duró el evento (Ver video en www.revistaalimentaria.es).

En la entrevista, Teresa Aymerich pone de relieve que "la presencia de biofilms en las plantas de producción de alimentos y bebidas supone un grave problema a nivel de seguridad alimentaria, de higiene y desinfección, y a nivel tecnológico, ya que pueden llegar a corroer los equipos por los ácidos que producen, colapsar las tuberías y provocar un bajo rendimiento de los equipos".

La experta también explica los avances en los que está investigando el IRTA encaminados a mejorar la detección y eliminación de biofilms en el sector agroalimentario, así como las innovaciones más destacadas en las que están trabajando las empresas que desarrollan productos para combatir este problema.

El IRTA, fundado en 1985, está repartido geográficamente por toda Cataluña, en 19 ubicaciones, de las cuales 13 son propias y el resto consorciadas, y cuenta con 810 trabajadores. Realiza actividades de I+D, transferencia tecnológica y apoyo técnico a empresas, asociaciones, etc. en los ámbitos de producción vegetal, producción animal, industrias alimentarias y medio ambiente.

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