La principal fuente de ácidos grasos de cadena larga omega-3 es el pescado azul. Sin embargo, el consumo de pescado no es suficiente para alcanzar las dosis recomendadas de estos ácidos grasos, que aportan beneficios para la salud muy valiosos, como mejorar el desarrollo neurológico en edades tempranas y la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otros.

Por ello, investigadores de la Universidad de Extremadura (UEx) han desarrollado una estrategia para enriquecer los productos cárnicos con ácidos grasos omega-3. Para lograrlo han seleccionado el aceite de hígado de bacalao por su alto contenido en estos ácidos grasos, han obtenido emulsiones de distintos tipos y, mediante la técnica de spray-drying, han...

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Revista Alimentaria nº 474