Foto: José Antonio Acosta.

A estudio la transmisión de patógenos entre los polinizadores

Revista Alimentaria

28 de junio, 2022

Evidencian la capacidad de transmisión del hongo Nosema ceranae entre las especies de abejas manejadas y silvestres



Un proyecto de investigación realizado en la Universidad de Murcia (UMU) ha evidenciado la capacidad de transmisión del hongo Nosema ceranae entre las especies de abejas manejadas y silvestres. Estos resultados contribuyen al conocimiento sobre la denominada “pandemia global” de los polinizadores. El investigador postdoctoral financiado por la Fundación Séneca Vicente Martínez López ha contado con una ayuda de la Asociación de Ecología Terrestre (AEET) para analizar la prevalencia de estos patógenos en las comunidades de abejas de áreas semiáridas mediterráneas del sureste de la península.

Para garantizar la correcta producción de muchos cultivos, los agricultores recurren a introducir especies de abejas, que se denominan polinizadores manejados. En las últimas décadas se ha generado una creciente demanda global de este tipo de polinizadores. “El comercio de polinizadores ha permitido la expansión de patógenos entre las comunidades de abejas manejadas y las silvestres a nivel mundial”, explica Vicente Martínez, investigador responsable del estudio y que fue doctorando de la profesora Pilar de la Rúa Tarín del grupo de Filogenia y Evolución Animal de la UMU.

Los patógenos estudiados son una especie de hongos microsporidios que parasitan las células intestinales de las abejas, conocidos como Nosema apis y Nosema ceranae. En la actualidad, solo se ha evaluado su impacto en unas pocas especies de abejas, cuando existen más de 20.000 especies en el planeta (unas 1.000 en la península Ibérica).

En la investigación se muestreó cuatro veces las comunidades de abejas de nueve parcelas de una hectárea cada una, ubicadas en los límites del Parque Regional de Sierra Espuña, en la Región de Murcia, identificando los individuos mediante técnicas basadas en el ADN y caracteres morfológicos y analizando, mediante técnicas moleculares, la presencia de Nosema ceranae y Nosema apis.

Los resultados arrojaron la presencia de Nosema ceranae en casi el 40% de las especies muestreadas, detectándose el patógeno por primera vez en nueve géneros de abejas. Además, la cantidad de ejemplares de cada especie de abeja en los que se detectó el patógeno fue independiente de su grado de parentesco, es decir, de su grado de cercanía filogenética, lo que indica que este patógeno es capaz de llegar a una amplia diversidad de especies. Por otra parte, Nosema apis se detectó sólo en dos individuos, una abeja de la miel y una abeja silvestre del género Eucera, siendo la primera vez que aparece esta especie de hongo en este género y la segunda vez que se detecta en un género de abejas silvestres.

El trabajo evidencia la capacidad de dispersión de Nosema ceranae entre las comunidades de abejas y supone un importante avance sobre el conocimiento de sus rutas de transmisión. También ha supuesto una ayuda para el diseño de estrategias de gestión para minimizar los impactos de los patógenos en comunidades de polinizadores.

 

Referencia

Martínez-López, V., Ruiz, C., Muñoz, I., Ornosa, C., Higes, M., Martín- Hernández, R., & De la Rúa, P. (2021). Detection of Microsporidia in Pollinator Communities of a Mediterranean Biodiversity Hotspot for Wild Bees. Microbial Ecology, 1-5. https://link.springer.com/article/10.1007/ s00248-021-01854-0


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