Legislación: control del níquel en los alimentos
Legalimentaria
26 de marzo, 2024
La EFSA dictaminó que el níquel puede causar efectos crónicos y agudos como reacciones eccematosas en personas sensibilizadas al níquel
Esto Le Interesa
La EFSA aumenta el umbral de seguridad de la sacarina
Legislación: eliminación del bencen-1,2-diol de la lista de la Unión
Legislación: Plan de control de la fiebre Q en Castilla-La Mancha
Se ha publicado la Recomendación (UE) 2024/907 de la Comisión, de 22 de marzo de 2024, relativa al control del níquel en los alimentos.
El níquel es un componente generalizado de la corteza terrestre, y está presente en toda la biosfera. Su presencia en los alimentos puede ser natural o deberse a la acción humana.
En 2015, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) adoptó su dictamen científico sobre los riesgos para la salud pública relacionados con la presencia de níquel en los alimentos y el agua potable. El dictamen señalaba la toxicidad para la reproducción y el desarrollo como efecto crítico para la caracterización del riesgo de la exposición oral crónica al níquel. El recrudecimiento de las reacciones eccematosas y el empeoramiento de las reacciones alérgicas se destacaron como efectos críticos de la exposición oral aguda al níquel de las personas sensibilizadas a este elemento.
Los datos relativos a la presencia de níquel en los alimentos y el agua potable estaban disponibles en quince Estados miembros de la Unión. Sin embargo, atendiendo a que el 80 % del total de los datos se recogió en un Estado miembro, la Autoridad concluyó que convenía disponer de datos más diversificados geográficamente para verificar la presencia de níquel en los alimentos en toda la Unión.
Mediante la Recomendación (UE) 2016/1111 de la Comisión, se recomendó a los Estados miembros que controlaran la presencia de níquel en los alimentos en 2016, 2017 y 2018, con el fin de recoger más datos sobre la presencia de níquel en los alimentos.
Teniendo en cuenta estos nuevos datos sobre presencia y la nueva información científica, el 24 de septiembre de 2020 la Autoridad adoptó una actualización de la evaluación del riesgo del níquel en los alimentos y el agua potable.
La Autoridad dictaminó que el níquel puede causar efectos tanto crónicos como agudos. Teniendo en cuenta los abortos como efecto crónico crítico, se estableció una ingesta diaria tolerable (IDT) de 13 μg/kg de peso corporal, y la Autoridad concluyó que esta IDT se superaba en los niños de corta edad, los niños de entre 36 meses y 10 años y también, en algunos casos, en los lactantes. Si bien el aborto no es un efecto pertinente para los grupos de edad más jóvenes, la IDT también protege frente a otros efectos que sí son pertinentes para estos grupos, como los efectos neurotóxicos. Por consiguiente, la Autoridad llegó a la conclusión de que el rebasamiento de la IDT puede plantear problemas de salud en estos grupos de edad jóvenes.
La Autoridad confirmó que el efecto agudo crítico es provocar reacciones eccematosas en personas sensibilizadas al níquel, lo que concierne a alrededor del 15 % de la población. La Autoridad concluyó que el nivel más bajo con efecto adverso observado para este efecto es de 4,3 μg de níquel/kg de peso corporal, y que debe establecerse un margen de exposición (MOE) de 30 o superior para proteger contra este efecto. Este MOE de 30 no se logra en la exposición media y al percentil 95, lo que plantea un problema de salud para las personas sensibilizadas al níquel.
Teniendo en cuenta los datos de presencia disponibles, en el Reglamento (UE) 2023/915 de la Comisión se han establecido límites máximos de níquel en diversos alimentos.
Sin embargo, en el caso de algunos alimentos que contribuyen de manera importante a la exposición al níquel, no se disponía de datos suficientes para determinar los límites máximos adecuados. Por lo tanto, deben recogerse más datos sobre la presencia en esos alimentos. En particular, debe controlarse el pescado y los otros alimentos marinos utilizados para la fabricación de alimentos infantiles, con el fin de determinar su contribución al contenido de níquel de estos alimentos.
Para que las muestras sean representativas del lote muestreado y los resultados analíticos sean fiables y comparables, debe seguirse el Reglamento (CE) n.º 333/2007 de la Comisión.
Por tanto, se recomienda que los Estados miembros, en colaboración con los explotadores de empresas alimentarias, deben controlar durante los años 2025, 2026 y 2027 la presencia de níquel en los alimentos.
El control debe incluir los complementos alimenticios, el chocolate, el chocolate para untar, los frutos de cáscara para untar, los granos de cacao, los productos a base de cereales (en particular, los cereales de desayuno, los copos de cereales y los productos de la molienda de avena), las sopas preparadas, el café, el té, las hortalizas, las algas, las semillas oleaginosas, los productos a base de soja (como el tofú y las bebidas de soja), las legumbres, los frutos de cáscara, el pescado y otros alimentos marinos.
Cuando sea necesario, los Estados miembros deben recopilar conocimientos sobre las medidas de mitigación para reducir los niveles de níquel en los alimentos. Los Estados miembros también deben garantizar que los métodos conocidos de mitigación se comunican eficazmente a los agricultores y explotadores de empresas alimentarias y se promueven entre ellos, y que unos y otros aplican progresivamente estas medidas de mitigación.
Y para estar al tanto de todas las modificaciones legislativas del sector alimentario, descubre la plataforma que recopila y consolida toda la normativa vigente a nivel europeo, nacional y autonómico siguiendo este enlace.
Más noticias de Legislación
Destacadas
Te Recomendamos
Suscripción a 10 números consecutivos de la Revista Alimentaria desde la fecha de la suscripción
Más informaciónLegalimentaria
Base de datos de legislación alimentaria europea, española y comunidades autonómicas