AECOC, como cada año, ha organizado un evento, esta vez online, para presentar los últimos datos sobre el desperdicio alimentario en nuestro país. Por un lado, los representantes de la Asociación han presentado el estudio El desperdicio alimentario en la industria y la gran distribución en España, y por otro, también se han centrado en el impacto que ha tenido la COVID-19 en el desperdicio alimentario.

Entre esos datos, cabe resaltar que la COVID-19 ha influido en mejorar la donación de alimentos y reducir las tasas de desperdicio alimentario. Un 66% de los que canalizan los sobrantes de alimentos son los bancos de alimentos. Además, ante la crisis sanitaria más del 20% de empresas ha aumentado la donación de alimentos. Pero durante la crisis también se han encontrado dificultades como el aumento de las peticiones recibidas, el transporte de alimentos o el encontrar entidades receptoras.

Por último, han destacado que un 53,6% de las empresas cree que va a continuar con el aumento de donaciones de alimentos cuando todo vuelva a la calma y cada vez son más las empresas que buscan revalorizar el desperdicio para acabar con él en la mayor medida posible.
 

Causas del desperdicio

En cuanto a las principales causas del desperdicio, las empresas participantes en el estudio apuntan a la detección de problemas que impiden cumplir con sus criterios de calidad del producto (23,02%), las mermas generadas durante el proceso de producción (22,2%) y las averías de maquinaria (18,2%).

De hecho, buena parte de la estrategia de las empresas para el aprovechamiento de los alimentos pasa por atacar estas causas. El 61,1% de las compañías promueve buenas prácticas en los puntos en que se origina el desperdicio de alimentos. Por su parte, un 51,39% también coordina acciones con sus proveedores para prevenir la pérdida de alimentos.

DIez conclusiones del desperdicio alimentario este año

José Miguel Herrero, Director General de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ha destacado diez conclusiones que han dejado los datos recogidos sobre desperdicio en el último año, cómo ha afectado la COVID-19, y los proyectos del Ministerio para minimizar el desperdicio.

Estas son las diez conclusiones:

1. Ya hay más de un 70% de empresas que cuentan con planes para acabar con el desperdicio alimentario.
2. Estas empresas están asumiendo la importancia de detectar el origen del desperdicio.
3. Las empresas colaboran con proveedores y clientes para ayudar a reducir el desperdicio. Lo que indica que la colaboración es fundamental.
4. La industria está pendiente de eliminar las ineficiencias del sistema de producción que aumentan el desperdicio.
5. Se está creando mayor conocimiento entre los trabajadores de las propias empresas.
6. Hay una búsqueda de producción más eficiente que ayude a reducir las mermas.
7. De la producción se genera un 0,0022 de subproducto que se aprovecha y un 0,0004 de residuo, lo que implica que las empresas trabajan para poder aprovechar la mayor cantidad posible.
8. La revalorización del desperdicio alimentario es cada vez mayor; se encuentran diferentes fuentes que permiten revalorizarlo como puede ser la alimentación animal que se está aprovechado para dar salida a los excedentes que no se utilizan, la alimentación humana o también para realizar compostajes.
9. Hay una mayor solidaridad y distribución: 9 de cada 10 empresas donan a ONGs.
10. El 73% de las empresas ha incrementado sus donaciones.

Datos del Ministerio en relación con los ciudadanos

Herrero aseguraba que desde el Ministerio llevan años buscando generar conocimiento para que se conozcan los datos, se cuantifiquen y sirvan para cambiar hábitos negativos. En el último estudio realizado por el MAPA sobre el desperdicio de alimentos, se ha recaudado abundante información que les ha permitido crear estrategias y conclusiones para todos los eslabones de la cadena.

Los hogares españoles, en 2019, desperdiciaron 1.352 millones de kilos de alimentos, que representa un 4,7%. Es decir, 8 de cada 10 hogares tira alimentos. En 2019 con respecto a 2018 ha aumentado 1,8% el desperdicio alimentario. A pesar de que sea un aumento, este porcentaje es menor con respecto a años anteriores.

El tipo de hogar que no desperdicia

Un dato a resaltar es que tres millones de hogares no desperdiciaron alimentos: suelen ser hogares sin hijos, de más de 50 años, con una clase social media-baja, baja.

“Tirar alimentos es tirar el esfuerzo de toda una cadena de producción”, añadía Herrero.

La COVID-19 ha dejado mayor conciencia

José Miguel Herrero también destacaba que "los consumidores hemos vuelto a la cocina y con ello a dar valor a los alimentos de calidad, de temporada, y nos ha permitido tomar conciencia de la estacionalidad. Hemos vuelto a recuperar recetas y gastronomía de nuestro país. Esto tiene una correlación directa con el desperdicio alimentario, porque hemos sido capaces de aprovechar mucho más todo lo que estábamos comprando, hasta un 14%".

Según los datos del Panel de Consumo del MAPA, el desperdicio en los hogares españoles durante el confinamiento cayó un 14%. En concreto, 3 de cada diez hogares no han tirado comida durante el confinamiento.

“Me gustaría terminar insistiendo en que el Ministerio está comprometido con acabar con el desperdicio alimentario, buscamos dar mucho más valor a los alimentos y por ello estamos trabajando en nuevas iniciativas que ayuden reducirlo”.

“Es necesaria la colaboración entre todos para lograr una cadena en la que el desperdicio sea mínimo”.

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