Cristina Maestre junto a Pedro Barato, presidente de Asaja

Cristina Maestre: “El recorte de más de 20 % en la PAC propuesto por Ursula Von der Leyen amenaza el futuro del campo”

Socialistas Españoles en el Parlamento Europeo

17 de julio, 2025

Los fondos asignados a la PAC se recortarían de 386.000 millones a 302.000 millones, lo que ha generado protestas inmediatas desde el sector agrario



La eurodiputada socialista Cristina Maestre ha alzado la voz con firmeza este martes en el Parlamento Europeo contra los recortes propuestos a la Política Agrícola Común, que suponen una reducción de más del 20 % del presupuesto destinado al sector agrario. Maestre ha calificado la propuesta de la Comisión Europea como “una auténtica barbaridad” y ha alertado que podría suponer “el final de la agricultura europea”.
 

La propuesta de Von der Leyen contempla elevar el presupuesto global de la UE a 2 billones de euros, lo que supone una apuesta clara por aumentar el gasto en defensa y otros sectores clave. Sin embargo, los fondos asignados a la PAC se recortarían de 386.000 millones en el periodo actual a cerca de 302.000 millones, lo que ha generado protestas inmediatas desde el sector agrario.

 
Maestre se ha dirigido al Comisario de Agricultura, Christophe Hansen, pidiéndole que se posicione con claridad frente a los recortes y el fondo único propuestos por la Presidenta Von der Leyen: “No es admisible que se pretenda hacer pagar a los agricultores otras partidas presupuestarias, como la inversión en defensa o el pago de deuda”.
 
"Estamos defendiendo una PAC más justa, equilibrada y suficientemente dotada, basada en sus dos pilares: el apoyo a la renta agraria y el desarrollo rural”, ha añadido Maestre. La eurodiputada ha subrayado que “en países como España, la PAC es fundamental no solo para la economía agraria, sino para garantizar la vida en los pueblos y la cohesión del territorio".
 

“Es un momento histórico y aquí nos gustaría que usted estuviera del lado de los agricultores y con quienes defendemos una PAC sólida, con identidad europea y al servicio de todos los ciudadanos”, le ha insistido al Comisario. 

 

Valoración de las organizaciones agrarias

 

Por su parte, desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) alerta de que la nueva propuesta presupuestaria de la Comisión Europea supone un ataque frontal al campo europeo y un punto de inflexión histórico en el modelo de integración comunitaria. “La UE ha decidido sacrificar la Política Agraria Común (PAC) en el altar de la geopolítica y el pago de la deuda de los fondos Next Generation. “Los hechos marcan prioridades: entre tractores y tanques, entre futuro para los jóvenes agricultores y misiles para blindar fronteras, entre alimentación y defensa, Von der Leyen ha elegido recortar un 22 % los fondos agrarios y multiplicar por 5 el gasto militar. Es inaceptable”, denuncia el secretario general de COAG, Miguel Padilla.

 

COAG subraya la incoherencia de exigir sostenibilidad, digitalización e innovación mientras se recortan precisamente los fondos que permiten avanzar en esas direcciones. “¿Cómo vamos a rejuvenecer el campo si no se garantizan las ayudas para jóvenes? ¿Cómo vamos a hacer agricultura verde sin apoyo a la modernización?”, cuestiona la organización. "Diluir el segundo pilar de la PAC, desarrollo rural, en un fondo único por país con otra serie de políticas de cohesión, enmascara un recorte encubierto sin precedentes y una renacionalización en toda regla. Cuando necesitamos más Europa se cargan la gran Política Agraria Común”.

Sin fondos, los objetivos del Pacto Verde quedarán en papel mojado. Europa exige más al agricultor y le da menos. Es un sinsentido que amenaza la propia coherencia del proyecto europeo. “Dónde han quedado las líneas estratégicas de la Visión de la Agricultura y la Alimentación presentada apenas hace unos meses por el propio Comisario de Agricultura Hansen. Los agricultores y ganaderos necesitamos menos relatos y más hechos y soluciones. La retórica vacía no paga facturas de piensos y fertilizantes”, ha lamentado el Secretario General de COAG.

 

COAG advierte que el abandono institucional del campo tendrá consecuencias sociales y políticas. “Una Europa sin agricultura viva es una Europa sin soberanía alimentaria, sin equilibrio territorial y sin futuro social. Que se prepare la Comisión Europea para la resistencia del campo. Los tractores volverán a las carreteras. Es una propuesta inaceptable”, afirma rotundamente Miguel Padilla.

 

Asimismo, desde COAG se advierte que el debilitamiento de la PAC tendrá efectos directos en la cesta de la compra de los consumidores. “O se defiende una PAC fuerte, o habrá un menú más caro, más inseguridad alimentaria y menos sabor local. El abandono del campo no solo vacía los pueblos, también vacía la nevera y llena el ticket con importaciones sin control y precios más altos. ¿De verdad queremos depender de Mohamed VI para preparar nuestros gazpachos y ensaladas?”, alerta COAG.

COAG exige al Gobierno de España y a nuestros europarlamentarios que se planten y defiendan ante Bruselas una PAC fuerte, con dos pilares sólidos y una dotación suficiente. “La soberanía alimentaria es tan estratégica como la defensa. Sin agricultores, no hay alimentos. Sin alimentos, no hay Europa. No podemos tolerar este ataque frontal a la columna vertebral del tejido productivo europeo: la pequeñas y medianas explotaciones profesionales agrarias”, ha asegurado Padilla.

 

En la misma línea se muestra Cooperativas Agro-alimentarias de España. Manifiesta su total rechazo a la propuesta de la Comisión Europea sobre el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) y el diseño de la PAC 2028-2035, al considerar que supone un desmantelamiento de facto de la Política Agraria Común y una amenaza directa al mercado único europeo, pilares esenciales de la construcción comunitaria durante más de cinco décadas.

 
La propuesta sobre el MFP basada en fusionar los más de 50 programas y políticas europeas en prácticamente tres áreas con sus fondos (más una cuarta reservado para el presupuesto de las instituciones comunitarias). Esta reconfiguración diluye la actual PAC en el llamado fondo único que pretende, paradójicamente, hacer más con menos recursos. Esta medida no sólo cambiará la estructura de gobernanza comunitaria, sino que permite a los Estados miembros, a través de la asignación de un cheque y programas nacionales desarrollar sus propias políticas (agricultura, pesca, cohesión, desarrollo territorial) a partir de un menú y fiscalización comunitaria. En otras palabras, no habrá políticas integradas y la continuidad y avance en la construcción del mercado único de la UE se pondrá en entredicho o se diluirá.
 
El presupuesto asignado por la Comisión Europea para la agricultura y pesca para el periodo 2028-2035 es de 302.000 millones de euros cuando para el periodo actual sólo para la PAC es de 378.000 millones de euros, más de un 20 % de recorte. Este recorte hará que se ponga en riesgo la seguridad alimentaria de los europeos y además la sostenibilidad económica, social y medioambiental de las zonas rurales. Además, la ausencia de actuaciones europeas limita eficacia de este presupuesto.
 

Con esta propuesta de MFP, la actual PAC no será ni agrícola, ni común, se desmantela. Aunque la Comisión propone blindar el apoyo a la renta obligando a los Estados miembros a usar una parte de sus sobres en su financiación, pero quedan muchas dudas sobre herramientas claves para el futuro del sector, como son las medidas de gestión de mercado actuales y las inversiones estratégicas para abordar los retos económicos, sociales y de sostenibilidad. Además, el apoyo a las medidas agrarias estaría supeditado a la consecución de reformas de la economía de cada país que nada tendrían que ver con la agricultura.

 
Sin una política común y sin medidas europeas el futuro del funcionamiento del mercado único será inescrutable y nos arriesgamos a poner más fronteras reglamentarias en el seno de la UE.
 
Resulta especialmente preocupante que esta propuesta llegue tan solo unos meses después de que la nueva Comisión Europea declarase su intención de reforzar la producción agraria como primera línea de defensa de los ciudadanos europeos, y en contra de los informes del Parlamento Europeo donde pide una PAC fuerte con presupuesto específico y aumentado. Sin embargo, este planteamiento y reducción presupuestaria apunta justo en la dirección contraria: menos Europa, más fragmentación y mayor vulnerabilidad externa e interna.

Cooperativas Agro-alimentarias de España se opone frontalmente a esta propuesta, y trabajará para que el Parlamento Europeo y los Estados miembros insten a la Comisión Europea a presentar otra que realmente apueste por dar una visión de futuro a la producción de alimentos y de materias primas como base para la construcción de una UE más fuerte y cohesionada en un mundo que ha cambiado. La Comisión Europea debe ejercer su responsabilidad como garante de los tratados y del proyecto común, no convertirse en la arquitecta de su desmantelamiento, y los Estados Miembros deben ser conscientes que más aportaciones al presupuesto común europeo no debe significar gastar más, sino gestionar más en común.


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