Isidro Laso. Experto del Gabinete de Mariya Gabriel, Comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, en la Comisión Europea
Revista Alimentaria.- ¿Cómo ha sido el cambio al entrar en el gabinete de la Comisaria Mariya Gabriel, respecto a sus cargos anteriores en la Comisión?
Isidro Laso.- El cambio desde mi cargo anterior como alto funcionario de la Comisión al actual, como parte del gabinete de la Comisaria Gabriel, se refleja principalmente en el tipo de tareas que desempeño, que ahora son mucho más estratégicas y buscando el impacto, mientras que en mi puesto anterior eran más de implementación y ejecución, de asegurar que los proyectos y los fondos que estaban a mi cargo se gestionaban de forma adecuada y eficiente. Es un enfoque del trabajo muy distinto y, sin duda, ahora tengo mucha más capacidad de tener un impacto al poder participar en la definición de los nuevos programas e iniciativas.
R. A.- ¿Cuáles son las principales funciones del gabinete de la Comisaria Gabriel, y las suyas en concreto?
I. L.- La Comisaria Gabriel se ocupa de un portfolio de cuestiones muy amplio, cubrimos áreas muy diferentes, y yo en concreto me encargo de innovación y startups. En este ámbito, por un lado estamos preparando una nueva Agenda Europea de Innovación, actualizando la de 2011 para adecuarla a las nuevas tendencias, a la nueva realidad, el mundo de las startups, los business angels, venture capitals…, que no existían hace 11 años y que son los que están liderando ahora la nueva ola de innovación.
Por otro lado, otra de mis funciones es asegurar que, en todas las iniciativas que ponemos en marcha desde la UE en cualquier área, ya sea de salud, educación, acuerdos internacionales de comercio con otros países, etc., se tenga en cuenta siempre la parte de innovación.
R. A.- Ha mencionado que nos encontramos en un nuevo paradigma en cuanto al mundo de la innovación. ¿Cómo ha sido esta evolución?
I. L.- En estos 11 años transcurridos desde la anterior Agenda Europea de Innovación hemos pasado de un modelo donde se realizaba una transferencia de tecnología desde los centros de investigación hacia las grandes empresas, a un modelo en el que ese concepto de transferencia de tecnología no es preponderante, porque la innovación y la ciencia están intrínsecamente unidas y el científico es cada vez más emprendedor y el emprendedor trabaja desde el primer día con el científico, mientras que los conceptos de “emprendedor” e “innovador” se han fusionado. Ya no hay emprendedores que no tengan en cuenta la parte de innovación desde el principio, ni hay innovadores que no piensen en cómo monetizar esa innovación. En definitiva, tradicionalmente teníamos las figuras del científico, el innovador (que normalmente estaba en medio de los otros dos) y el emprendedor, y estos dos últimos se están fusionando en otra figura que podemos denominar “startupero”.
También hay que tener en cuenta que las startups son empresas que no están buscando financiarse vía préstamos, sino vía capital riesgo, por tanto, ya no hay que responder ante un banco que espera recibir el dinero con intereses, sino ante una persona que quiere formar parte del negocio, con la esperanza de que va a crecer mucho, va a venderse y va a multiplicar su inversión.
Por otro lado, vemos que cada vez más las grandes empresas están empezando a trabajar con las startups. Lo pueden hacer de tres formas: a través de fondos de inversión de la propia empresa, comprando la startup, o trabajando juntos, venture client: la gran industria se convierte en un cliente de la startup y trabajan juntos para desarrollar nuevos productos.
Esta nueva realidad de las startups es la que debemos reflejar en la nueva estrategia, con nuevas acciones e iniciativas.
R. A.- ¿En qué situación se encuentran las startups en la UE y qué herramientas está impulsando la Comisión para su desarrollo?
I. L.- En Europa existen startups en todas las áreas y el año 2021 ha supuesto una apoteosis, ya que se han multiplicado por tres las inversiones en ellas, llegando a 100.000 millones de euros, una cifra impensable hace un año. Y se ha duplicado el número de “unicornios”, es decir, startups con una valorización de más de mil millones de dólares, y todo esto se ha producido en solo un año.
Una de las iniciativas más importantes de la Comisaria Gabriel para desarrollar las startups en zonas rurales son los “Startup Villages”, que podríamos traducir como “Pueblos Startuperos”. Este proyecto nace con el deseo de aprovechar la innovación como palanca de cohesión territorial generando puestos de trabajo en las zonas rurales. La recuperación de las crisis, incluyendo la crisis financiera de 2009, se ha venido haciendo gracias a la innovación, y ha tenido como consecuencia mayores desigualdades entre unas regiones y otras. Lo más probable es que, si no hacemos nada al respecto, la recuperación de la crisis actual, que también se va a hacer apostando por la innovación, va a acentuar todavía más las desigualdades, ya existentes, entre territorios. Por eso, estamos incluyendo desde el principio el concepto de “cohesión innovadora”, en línea con el deseo de la UE de innovar sin dejar a nadie atrás, incluyendo a las zonas rurales.
“Startup Villages” pretende crear ecosistemas de innovación en pueblos de la UE. La idea es atraer a varias startups distintas, grupos de cuatro-cinco, para que se establezcan en un pueblo de modo que creen un micro ecosistema de innovación entre ellos. Es decir, que los emprendedores no solo busquen tener una calidad de vida como la que se tiene en el mundo rural, sino formar parte de ese ecosistema que permite compartir ideas, contactos con inversores, etc. De momento los seleccionados son Municipality Šmartno Pri Litiji (Coworking Hub RISE) en Eslovenia; Chengene Skele (Burgas Municipality) en Bulgaria; Killorglin (RDI Hub) en Irlanda; Pazin (Development Agency Heart of Istria) en Croacia; Nomad Village Ponta do Sol (Startup Madeira Digital Nomad Madeira Islands) en Portugal; Vorupør, Thy (Surf & Work Silicon VØ) en Dinamarca; Kalentzi (Tzoumakers) en Grecia; Kitzbühel (START.N New Work Kitzbühel) en Austria; Caunedo (Somiedo) Asturias (Somiedo.eco Living Lab by Aeers) en España y Hontoria (H2 Green) en España y está previsto lanzar otros dos en Madrid próximamente.
R. A.- ¿Qué se requiere para poder formar parte de esta iniciativa de Startup Villages?
I. L.- Para poder implantar estos Pueblos Startuperos, las regiones tienen que garantizar tres cosas: un espacio adecuado para el coworking, donde los emprendedores puedan ir con sus ordenadores y formar parte de una comunidad; conectividad; y el compromiso de la administración pública local, que los alcaldes y concejales crean en la idea y sepan que esto no es “magia”, sino que lleva un proceso y, si queremos que haya servicios en los pueblos, es muy importante que haya trabajo antes. La idea de Startup Villages es crear oportunidades de trabajo que atraigan a la gente y, como consecuencia, si la gente va, se crearán servicios y la calidad de vida de todos los habitantes aumentará. No solo pueden ser startups relacionadas con la agricultura, sino con otras áreas como inteligencia artificial, fintech, etc.
Por otro lado, me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que en la nueva PAC, en el Reglamento de Desarrollo Rural el artículo 75 en concreto tiene ayudas específicas no solo para jóvenes agricultores y para las startups del sector agrícola, sino también para startups de cualquier sector que vayan a colocarse en zonas rurales. Francia va a utilizar este mecanismo para financiar 1.669 nuevas startups que se localizarán en zonas rurales, y Hungría 1.241 nuevas startups. Sin embargo, España solo piensa apoyar a 40 startups utilizando este artículo 75, según el análisis preliminar de los Planes Estratégicos de la PAC que hemos llevado a cabo.
La implicación de los alcaldes es clave porque tienen que tomar decisiones como por ejemplo modificar el plan urbanístico del pueblo. El mayor problema que tuvimos en los pilotos de Startup Villages es que no había casas en condiciones para que pudiera vivir la gente que quería ir, y cualquier tipo de arreglo requería muchos permisos. Parece mentira que en un pueblo se tarde más, pero hay permisos municipales que tardan mucho y en cambio en una ciudad está todo automatizado. Los alcaldes deben ayudar a agilizar estas cuestiones, y otras como por ejemplo llevar luz a una parte del pueblo donde haga falta, etc.
R. A.- ¿Qué importancia tiene la colaboración público- privada para impulsar el crecimiento del sector agroalimentario?
I. L.- Cabe destacar que, debido a la guerra en Ucrania, por primera vez en muchos años hemos vuelto a hablar en la Comisión Europea del concepto de “Food Security and Affordability” para Europa. En los últimos 50 años hemos hablado de “Food Safety”, un concepto más enfocado en la calidad de los alimentos, mientras que “Food Security and Affordability” se enfoca en la garantía de que todos los europeos tengan acceso a los alimentos. Esto va a hacer que el sector agroalimentario recobre su papel estratégico y que reciba inversiones, pero es importante que dichas inversiones no procedan solo del sector público sino también del privado.
A este respecto, en la iniciativa Startup Villages desde la Comisión nos encargamos de crear todo el marco necesario, asesorar y apoyar, pero al final son las empresas las que tienen que ver la oportunidad de montar su empresa en un pueblo en lugar de en la ciudad. Para fomentar esta inversión privada, la Comisaria Mariya Gabriel realizó un “Call for pledges”, una llamada para que las empresas apoyaran financieramente a pueblos en Europa para que se convirtieran en Pueblos Startuperos. De esta forma, el dinero que han recibido estos pueblos no lo han recibido del sector público, sino del sector privado. Así, cuatro grandes empresas se han encargado de dar apoyo financiero y asistencia técnica: Huawei y Abodoo para toda Europa, Iberdrola para España y Portugal, y Enagás para España.
Desde la Comisión estamos abiertos a informar a todos aquellos alcaldes que estén interesados en saber cómo poner en marcha un Startup Village. Nosotros como institución pública podemos crear el marco, crear conciencia de que esto es una posibilidad y desarrollar proyectos pilotos en cada país, y luego tiene que ser la iniciativa privada la que continúe la labor. Asimismo, desde la Comisión estamos registrando todos los datos, el impacto que se está generando en estos Pueblos Startuperos a nivel de aumento de nuevos servicios, etc. Lo tenemos todo documentado para crear conciencia y que las comunidades autónomas, las provincias y las diputaciones se involucren en esta iniciativa.
R. A.- ¿Cuál se prevé que sea la importancia de los fondos Next Generation para las empresas europeas?
I. L.- Estos fondos aportan, en muy poco tiempo, una gran cantidad de dinero como nunca ha habido en Europa. Su implantación está empezando ahora, así que es difícil saber el impacto que van a tener, pero esperamos que tengan un impacto realmente positivo en la modernización de las empresas.
En España me consta que se van a destinar a hacer más innovador el sector productivo español, y conocemos ya alguna iniciativa que se está poniendo en marcha con estos fondos, como por ejemplo el CYL-Hub impulsado por la Junta de Castilla y León, que es un buen ejemplo de cómo una región europea está utilizando los fondos de Next Generation para fomentar la innovación y con un aspecto territorial.
R. A.- ¿Qué instrumentos destacaría de estos fondos para ayudar al sector agroalimentario?
I. L.- La mayor parte de los planes nacionales no son verticales sino horizontales, es decir que se orientan a todos los sectores.
Un punto importante es que muchos países están utilizando los fondos Next Generation para crear fondos de inversión, fondos de capital riesgo, para invertir en startups. En España también se está estudiando un fondo de este estilo y el beneficio de este nuevo instrumento es que nace con la idea de atraer capital riesgo privado. Hay modelos 50% público – 50% privado, mientras que en otros la proporción es 20% público – 80% privado, que es más interesante.
Y esto también se podría hacer con los Fondos de Desarrollo Rural de la PAC, y en este caso sí que estaría asegurado que estuvieran destinados para el sector agroalimentario.
R. A.- Si nos fijamos en el sector agroalimentario, ¿es frecuente la colaboración entre las startups y las grandes empresas?
I. L.- Como comentaba antes, en 2021 se han multiplicado las cifras referentes a las startups, y en el sector agrotech se ha producido algo similar, un crecimiento espectacular.
Respecto a la colaboración con las grandes empresas, en Europa por desgracia estamos bastante atrasados en este tema si nos comparamos con Estados Unidos, por ejemplo. Allí las empresas trabajan desde el primer día con startups y esto no sucede todavía en Europa.
Existen tres maneras de colaboración, como comenté antes: respecto al modelo de fondo de inversión en startup por parte de la gran empresa, normalmente las empresas buscan una rentabilidad a corto plazo y que la startup esté alineada con ellas, y esto es muy difícil, así que los rendimientos que están sacando no son demasiado grandes. Adquisiciones hay muy pocas en Europa y, en tercer lugar, el modelo de “venture client” tampoco hay muchos ejemplos pero creo que es el más interesante, ya que las startups mantienen su esencia y su independencia y, al mismo tiempo, las empresas aprovechan ese dinamismo y capacidad de innovar que tienen las startups.
R. A.- ¿Cuáles son los principales obstáculos que se encuentran las startups actualmente?
I. L.- El primero es el acceso al talento, a personas preparadas, con conocimientos no solo tecnológicos sino también de gestión. Es difícil atraer a estos perfiles y en este sentido desde la UE estamos trabajando para mejorar el marco regulatorio de las stock options para startups, que es una forma interesante de complementar los sueldos y atraer talento a las startups que, de otro modo, se irían a las grandes empresas tecnológicas, que muchas veces no son europeas.
En cuanto a la financiación, tras el incremento espectacular del 2021, para las inversiones en las fases iniciales, de menos de cinco millones de euros, hay tanto dinero en Europa como en EE UU. Sin embargo, en el caso de las inversiones para fases más avanzadas, a partir de cinco millones, ya es más difícil conseguirlas en Europa.
R. A.- ¿Cómo apoyan desde la Comisión la creación y el desarrollo de las startups?
I. L.- Va a haber muchas novedades en la Nueva Agenda Europea de Innovación, en cinco áreas. En primer lugar, en cuanto a Ecosistemas de Innovación, vamos a crear y vamos a animar a que las regiones utilicen los Fondos de Desarrollo Rural y Fondos de Desarrollo Regional para crear Ecosistemas de Innovación, y en este sentido el CYL Hub que mencionaba antes es un buen ejemplo. Recientemente, desde la Comisión lanzamos una llamada para seleccionar a 109 regiones en Europa que creen este tipo de Ecosistemas de Innovación, llamada Partnerships for Regional Innovation (PRI), y los resultados se publican el 17 de mayo.
Queremos crear estos Ecosistemas de Innovación Regionales, estos PRI, y luego conectarlos a nivel europeo para crear un ecosistema de innovación paneuropea, Paneuropean Innovation Ecosystem.
La segunda área clave es la del talento, y en este sentido estamos trabajando sobre la cuestión de las stock options para startups, como mencionaba, con la idea de poder atraer el talento adecuado. Asimismo, estamos trabajando en un posible programa “Deep tech talent”, con la idea de formar a entre 1 y 2 millones de personas en tecnologías avanzadas, tales como biología sintética, aeroespacial, inteligencia artificial, etc.
La tercera área es la financiera, y aquí el objetivo no es tanto aportar más dinero público, porque el primer inversor en startups en Europa es el sector público y no debería ser así, sino atraer inversión privada. Por ejemplo, queremos atraer inversores institucionales, como es el caso de los fondos de pensiones, que es un concepto que en España no está muy desarrollado pero sí en otros países. En esta línea, estamos diseñando un mecanismo para que existan límites en lo que ganaría o perdería dicho fondo, lo hemos testeado y hay apetito por parte del sector privado y por parte de los gestores de estos fondos por este modelo. Los fondos de pensiones no quieren perder dinero bajo ningún concepto y suelen invertir en bonos del estado, por ejemplo; con el mecanismo que estamos preparando, nunca van a duplicar o triplicar sus beneficios, pero tampoco pierden, y van a mantenerse por encima de la inflación y de los resultados de la Bolsa. De esta forma hacemos atractivo para ellos invertir en startups, y está muy enfocado en la parte de escalado de las startups, en rondas de inversión a partir de 20 millones de euros.
La cuarta área es la legislativa, y aquí queremos expandir más el tema de los “sandboxes”, que permiten que la innovación pueda avanzar sin tener que cumplir con todos los requerimientos regulatorios, que sobre todo para las nuevas startups es muy problemático.
Y la quinta área es la de obtener datos, evaluar todo lo que se va a hacer, tener clara una definición de startup, que de momento no existe a nivel europeo, saber cuánto dinero han recibido las startups con más nivel de detalle, por ejemplo si nos fijamos en el sector agroalimentario, saber cuánto ha ido a agricultura, a ganadería, etc.
Queremos crear un scoreboard de startups, agregado por países, complementando el Innovation Scoreboard que tenemos actualmente en Europa y que está muy centrado en el modelo de innovación tradicional, con indicadores como número de patentes, etc.
R. A.- ¿Cómo va a influir la situación actual (conflicto Rusia-Ucrania, incremento en los precios, etc.) en el futuro de las políticas de innovación de la UE?
I. L.- Como he mencionado antes, ahora en la Comisión estamos hablando de Food Safety – Food Affordability y esto hace que el sector agroalimentario cobre especial relevancia. En este sentido, podemos tener soluciones a corto plazo, por ejemplo con bajadas del IVA, que es un tema que la Unión Europea autoriza, pero son parches a corto plazo, lo que tenemos que hacer es traer la innovación también a esta área y, siguiendo el modelo de las startups, apostar por el nuevo modelo de innovación en el sector agroalimentario.
Estamos trabajando, dentro de la nueva Agenda Europea de Innovación, para que en el programa Horizonte Europa se tenga esto muy en cuenta, en el Clúster de Alimentación, y esperamos que sea una de las maneras para lograr que, a medio y largo plazo, haya una alimentación de calidad para todos los europeos, como la que ya hay ahora, pero que además sea asequible para todos.
R. A.- ¿Cómo se está desarrollando el primer año del programa Horizonte Europa?
I. L.- Las peticiones de proyectos que hemos tenido han sido muy numerosas, como ya imaginábamos porque en muchos países los programas de investigación e innovación se han reducido debido a la Covid, etc., pero en Europa no ha sido así, ya que Horizonte Europa se aprobó antes de la pandemia y tiene una duración de siete años. Esta larga duración de los Programas Marco normalmente tiene el problema de que los últimos años igual no se adaptan a los cambios que se hayan podido producir en ese periodo, pero en este caso se ha demostrado que es una ventaja porque se ha mantenido a pesar de la pandemia.
El hecho de que Horizonte Europa sea el mayor Programa Marco de investigación e innovación de la historia de Europa, con 95.000 millones de euros, ha atraído a muchas empresas, más aún porque como decía los programas nacionales en muchos casos se han reducido. Aún no podemos dar resultados, pero sí podemos decir que la participación ha aumentado considerablemente respecto a Horizonte 2020.
R. A.- El apoyo a las jóvenes es otra de las funciones de su Gabinete. En este sentido, ¿qué medidas se están adoptando?
I.L.- Este año es el Año Europeo de la Juventud. Y hemos preparado un portal con todas las posibilidades para la juventud a nivel europeo.
En el ámbito rural, como indicaba antes, el artículo 75 del Reglamento del Programa de Desarrollo Rural, aprobado el pasado noviembre de 2021, establece ayudas específicas para los jóvenes agricultores, que pueden llegar hasta 100.000 euros.
En cuanto a Horizonte Europa, no se tiene en cuenta este criterio de la juventud, sino que se seleccionan los mejores proyectos.
Además, estamos preparando un hackathon ‘Juventud e Innovación’ para el 8 de julio, y el Manifesto “Juventud e Innovación” se presentará el 6 de septiembre en el evento Startup Olé que se celebra en España, en Salamanca.
R. A.- Para finalizar, ¿cuáles son los retos que tiene por delante su Gabinete para los próximos meses?
I. L.- El primer reto para el Gabinete de la Comisaria Mariya Gabriel es adoptar esta nueva Agenda Europea de Innovación. Esperamos que pueda estar lista a principios de julio, y en este sentido tenemos por delante unos meses de muchos debates, con los Estados miembros, con el Parlamento, etc.
Una vez que esté adoptada, la siguiente fase es darla a conocer en Europa, porque muchas de las iniciativas no las vamos a implementar nosotros directamente, sino los Estados miembros y el sector privado, así que tenemos que crear conciencia de los nuevos instrumentos que surgen. Luego, a partir de 2023, habrá programas de financiación enlazados con esta nueva Agenda, que ejecutarán la parte que nos corresponde desde la Comisión.