Carolina Najar
Directora de Valor Mercado Alimentación AZTI
En un mundo donde la población sigue creciendo y los recursos naturales se vuelven cada vez más limitados, la innovación y la tecnología se presentan como herramientas esenciales para garantizar que los alimentos no se conviertan en un bien de lujo. La capacidad de producir alimentos de manera eficiente, sostenible y accesible es fundamental para asegurar la seguridad alimentaria global y evitar que los precios se disparen, haciendo que los alimentos sean inaccesibles para muchas personas.
Las tensiones económicas actuales ralentizan la innovación y nos distraen de lo importante. La guerra comercial que podría surgir en los próximos años entre los países más desarrollados pone en riesgo que la ciencia y la innovación se paralicen por falta de recursos económicos dedicados a resolver problemas futuros.
Temas como la mejora de la producción agrícola, la reducción del impacto ambiental y la salud de los océanos son cruciales. La ciencia y la tecnología han permitido avances significativos en la producción de alimentos. Por ejemplo, el uso de la presurización hidrostática alta (HPP), que aplica presiones de hasta 600 MPa para inactivar microorganismos y enzimas sin necesidad de calor, preservando mejor el sabor, el valor nutricional de los alimentos y extendiendo la vida útil. Al no requerir calor, disminuye el consumo de energía en comparación con métodos tradicionales de pasteurización.
La biotecnología, por su parte, ha desarrollado cultivos resistentes a plagas y enfermedades, lo que reduce la necesidad de pesticidas y mejora los rendimientos. Además, ha permitido la biofortificación de cultivos, enriqueciendo alimentos básicos con micronutrientes esenciales como hierro, zinc y vitamina A, cruciales para reducir infecciones y fortalecer el sistema inmunitario, ayudando a combatir deficiencias nutricionales en poblaciones vulnerables. La biofortificación puede mejorar la salud de hasta 2 mil millones de personas en todo el mundo.
La innovación en la producción de alimentos debe centrarse en una visión holística de la sostenibilidad. La fermentación de precisión, el desarrollo de nuevos ingredientes creados a partir de residuos, el uso eficiente e inteligente del agua y los envases biodegradables son ejemplos de cómo la ciencia está ayudando a reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria. Estas tecnologías no solo protegen el medio ambiente, sino que también pueden reducir costes a largo plazo, haciendo que los alimentos sean más accesibles. Según la FAO, la adopción de prácticas sostenibles puede reducir los costes de producción en más de un 20 %. En un sector alimentario con márgenes reducidos, ahorrar es esencial.
La seguridad alimentaria es otro aspecto crítico donde la ciencia juega un papel vital. La FAO estima que la mejora en la seguridad alimentaria puede reducir las pérdidas económicas globales en hasta 95 mil millones de dólares anuales. Tecnologías como la pasteurización en frío y los sensores de detección rápida de contaminantes garantizan que los alimentos sean seguros para el consumo, reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Esto no solo protege la salud pública, sino que también evita pérdidas económicas significativas debido a brotes de enfermedades.
Comer según lo que necesitamos y no según lo que demanda nuestro comportamiento compulsivo y desconocido sobre los nutrientes y el metabolismo es uno de los logros que permite la nutrición de precisión.
Las enfermedades relacionadas con el exceso de consumo de alimentos y una vida más sedentaria, según un informe publicado por la ONU en 2024, suponen más de 8 billones de dólares en gastos por enfermedades derivadas de una mala alimentación. En AZTI hemos apostado por las ciencias ómicas para avanzar en la investigación y en las recomendaciones nutricionales para perfiles demográficos concretos.
Creemos en una alimentación que trata al individuo de acuerdo con sus necesidades nutricionales en cada etapa de la vida.
La ciencia y la innovación también facilitan el acceso equitativo a los alimentos. Es indispensable seguir invirtiendo en conocimiento y tecnología. El avance de la tecnología nos está permitiendo democratizar el acceso a mejoras sustanciales en los procesos productivos, permitiendo que pequeñas empresas utilicen herramientas avanzadas de automatización, predicción y control sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura. Con la IA, estos avances se impulsarán exponencialmente, aportando ahorros significativos no solo en los costes operativos.
En AZTI llevamos más de 40 años impulsando la innovación, la ciencia y la tecnología porque son fundamentales para mantener un equilibrio social que permita que los alimentos sean accesibles, evitando que se conviertan en un lujo. A través de nuestro compromiso con la sostenibilidad, la mejora de la productividad, la seguridad alimentaria, la nutrición y el uso más eficiente de los recursos naturales, así como la salud de los océanos, podemos asegurar el acceso a alimentos seguros, nutritivos y asequibles.
En un mundo en constante cambio, la adopción de tecnologías avanzadas y prácticas sostenibles es esencial para enfrentar los desafíos futuros y garantizar la seguridad alimentaria global. Las decisiones que tomemos ahora, las prioridades económicas que establezcamos en cada empresa y las soluciones que apliquemos determinarán nuestro futuro común. Es estratégico invertir en innovación.