La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha actualizado su advertencia de 2011 sobre los riesgos para la salud humana y animal de los alcaloides de la pirrolizidina. Se trata de un grupo de toxinas producidas por diferentes especies vegetales que pueden entrar de forma accidental en la cadena alimentaria.

La Comisión Europea solicitó esta actualización, que tiene en cuenta datos más recientes de los niveles de estas toxinas en miel, tés, infusiones herbales y complementos alimenticios.

En 2011 la EFSA concluyó que había preocupación para bebés y niños con un gran consumo de miel, la única categoría de alimentos para la que había datos disponibles entonces.

Los expertos de la EFSA han identificado 17 alcaloides de la pirrolizidina en alimentos y piensos que se deberían seguir monitorizando y recomiendan que se hagan estudios más amplios sobre la toxicidad y carcinogenicidad de los que se encuentran con más frecuencia en los alimentos.

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