^{Beatriz Blasco Marzal}

^{Directora General de la Asociación de Bebidas Refrescantes}

En un mundo cada vez más concienciado con la protección del medio ambiente, el sector de las bebidas refrescantes se ha posicionado como un referente y ha conseguido grandes avances. El cambio climático y la escasez de recursos son preocupaciones que ocupan un lugar destacado en la agenda social y, por supuesto, en la de esta industria, que siempre ha demostrado su compromiso con el entorno y la sociedad.

Uno de los principales ejes de actuación del sector de los refrescos en materia de sostenibilidad se dirige a la protección de nuestro recurso más esencial, el agua -que además es el principal ingrediente de esta bebida-. La industria se había fijado el objetivo de reducir un 20 % el ratio de consumo agua para 2025, en comparación a los niveles de 2010. En 2022, esta cifra ya había alcanzado el 23 %, lo que se traduce en un ahorro equivalente a 574 piscinas olímpicas. El compromiso con este recurso vital va más allá de una gestión eficiente, también se centra en la protección y recuperación de los ecosistemas hídricos, lo que contribuye aún más a su conservación.

La circularidad de envases es otro de los pilares de este sector en materia de sostenibilidad. La industria de los refrescos ha dedicado grandes esfuerzos e inversiones en innovación y ecodiseño para mejorar la reciclabilidad de sus envases. Desde el año 2000, el sector ha logrado reducir el peso de los envases cerca de un 40 %. Además, más del 80 % de los envases de vidrio utilizados por la industria son reutilizables. Estos logros reflejan el empeño de este sector, que lleva años trabajando para conseguir que los envases dejen de ser un residuo y se conviertan en un recurso. 


La eficiencia energética también es un logro destacable. En 2022 se consiguió que el 100 % de energía eléctrica utilizada por esta industria procediese de fuentes renovables, un compromiso que se había fijado inicialmente para 2025. El ratio de consumo de energía también se ha disminuido. Desde el año 2010 ha bajado un 27 % respecto a 2022, muy cerca de objetivo fijado para 2030, que se había marcado en un 30 % respecto a 2019. Un avance ya alcanzado que demuestra el excelente nivel de cumplimiento de objetivos y la ambición del sector en esta materia.

Por todos estos logros y compromisos, la industria de las bebidas refrescantes se ha convertido en un modelo a seguir. Los avances en consumo de agua, energía, gestión de residuos, envases y reducción de emisiones demuestran que desde la industria es posible marcar la diferencia y contribuir a construir un futuro más sostenible.