^{Dr. Diego Vergara}

^{Decano de la Facultad de Ciencias y Artes de la Universidad Católica de Ávila}

La importancia que se da a la alimentación en los últimos años ha cambiado. Ya no solo se realiza por necesidad vital, sino que cada vez más personas le confieren esa importancia que tiene para el bienestar, la salud e incluso para la estética, que en los últimos años está recibiendo una gran interés por parte de la sociedad. Por ello, cada vez más nos preocupamos no solo por comer, sino por saber de dónde proviene lo que comemos, dónde se ha cultivado o dónde se ha elaborado. Y todo ello depende de un sector de gran importancia y que cada vez demanda más profesionales cualificados como es la industria alimentaria.

Dentro de esa industria, el sector primario es clave, más en un país como España, que es uno de los principales exportadores de productos agrícolas y pesqueros. Este sector contribuye significativamente al PIB del país, al desarrollo rural y a la seguridad alimentaria. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el conjunto del sistema agroalimentario y pesquero aporta más del 10 % del PIB y da empleo a 2,8 millones de personas. A lo que se suma que este sector, al igual que muchos otros, se encuentra en un momento de adaptación hacia la globalización y hacia la transformación ecológica y digital. En este sentido, las empresas están buscando cómo ser más digitales, eficientes y sostenibles, siendo con ello más competitivas a nivel internacional.

En ese contexto, la demanda de profesionales cualificados es muy alta. Las empresas buscan personas preparadas para llevar a cabo esa transformación y, de este modo, demandan profesionales para diseñar, planificar y gestionar propuestas y proyectos agroalimentarios; para investigar cómo obtener productos aptos para el consumo; para dirigir explotaciones agrarias; para gestionar centros de desarrollo agropecuarios… Existe, por lo tanto, una gran diversidad de perfiles profesionales que se demandan en este sector, todos con un objetivo o fin único: mejorar la alimentación de la sociedad del siglo XXI.

Estas competencias son las que se adquieren estudiando el Grado en Ingeniería de las Industrias Agrarias y Alimentarias, que, a pesar de la amplia oferta de trabajo que existe y que, además, garantiza sueldos muy competitivos, en estos momentos cuenta con una demanda muy baja por parte del alumnado.

En la Universidad Católica de Ávila (UCAV) tenemos una referencia y es la base media de cotización de nuestros alumnos de esta rama cinco años después de terminar el grado, que es de casi 34.000 €, para ser exactos 33.989 €. Estos datos los aporta el U-Ranking, elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie con los datos oficiales que ofrece el INE a partir de la encuesta de inserción laboral de los titulados universitarios y los resultados laborales logrados en 2019 por los alumnos que terminaron sus estudios en el curso 2013-2014.

Estos datos reflejan que los grados del área de agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y veterinaria, área donde se encuentra el Grado en Ingeniería de las Industrias Agrarias y Alimentarias, tienen sueldos competitivos y una alta empleabilidad. De hecho, este ranking posiciona a la UCAV como primera universidad de España (de universidades públicas y privadas) en empleabilidad en este sector agroalimentario y, de hecho, nosotros podemos corroborar que prácticamente todos nuestros alumnos están trabajando.

Con todo esto, mi recomendación a la hora de elegir qué estudiar es, en primer lugar, y ante todo, algo que guste al estudiante, puesto que la motivación es muy importante, y esa motivación se consigue, en gran medida, con que el alumno se sienta atraído por lo que está haciendo y en segundo lugar, ver las salidas, la empleabilidad del grado que se va a estudiar y de la universidad donde se va a realizar.

En los últimos años, la demanda en este tipo de grados ha bajado por parte de los estudiantes universitarios y creo que el desconocimiento tiene parte de culpa. Actualmente, dentro de las ingenierías o sector técnico, la atención del alumnado se centra en estudios tecnológicos, informáticos… Dejando plazas vacantes en las ingenierías del sector agroalimentario. En muchas ocasiones los alumnos tienden a escoger lo que “está de moda”, sin informarse adecuadamente de los contenidos de las titulaciones ni de las salidas profesionales, que son datos fundamentales para tomar una decisión tan importante como es la elección de los estudios universitarios.

En este sentido, es clave que los alumnos conozcan la existencia de este Grado en Ingeniería de las Industrias Agrarias y Alimentarias, y todas las ventajas profesionales que ofrece, y más aún, que conozcan las ventajas de estudiar en una universidad como la UCAV, posicionada en el top-10 de empleabilidad en el U-ranking.