Dr. Josu Santiago
Coordinador de Gestión Pesquera Sostenible (TUNIDOS) de AZTI
Estamos asistiendo en los últimos años a una revolución tecnológica sin precedentes que se desarrolla de manera exponencial y está impactando en todos los ámbitos de nuestra vida, incluida nuestra propia visión de la vida misma. Cuando parece que estás empezando a digerir y a aplicar nuevos desarrollos en tus ámbitos de actuación, ya están surgiendo otros más complejos, sin solución de continuidad. Asistimos a una época de complejidad creciente que hace que sea, a la vez, terriblemente apasionante.
La ciencia pesquera no podía ser un caso diferente. La asombrosa revolución en la capacidad de computación, la digitalización de las actividades pesqueras, las plataformas de simulación están impactando en un cada vez mejor entendimiento de las dinámicas de las poblaciones pesqueras, de las flotas que las capturan y del medio que inhabitan. Y las nuevas herramientas genéticas han contribuido a esta revolución de la ciencia pesquera, proporcionando avances significativos en la identificación, gestión y conservación de los recursos pesqueros.
Los avances en herramientas genéticas están siendo cruciales para la gestión de poblaciones pesqueras, así como para contribuir a la conservación de especies especialmente sensibles. La secuenciación del ADN y el análisis de marcadores genéticos ayudan a entender la estructura genética de las poblaciones, aportando un conocimiento esencial sobre su conectividad, lo cual es básico para el diseño de estrategias de ordenación efectivas y mejorar la gestión de los stocks pesqueros. Además, estas metodologías permiten averiguar el origen de los productos de la pesca, mejorando su trazabilidad y contribuyendo así a reducir la pesca ilegal. Por ejemplo, las herramientas genéticas han ayudado, no solo a determinar si un atún rojo pescado en el centro del Atlántico ha nacido en el golfo de Méjico o en el Mediterráneo, información clave para la gestión de este recurso, sino que también han proporcionado información sobre el potencial adaptativo de esta especie, ayudando a anticipar futuras medidas de conservación.
Otro avance que se ha demostrado importante y que presumiblemente lo va a ser más en el futuro próximo es el denominado marcado y recaptura por parientes cercanos (CKMR, de Close Kin Mark Recapture) que es un nuevo método basado en identificar parientes mediante genética y que permite estimar, entre otros parámetros, algunos tan cruciales como la abundancia absoluta.
Este método se inspira en los estudios de marcado y recaptura pero, gracias a la genética, los parientes se marcan entre sí, lo que evita problemas asociados con los estudios de marcado tradicionales, como la pérdida de marcas y la mortalidad relacionada con el marcado en sí. Ya ha demostrado su utilidad para algunas poblaciones pesqueras y actualmente se está explorando su utilización para ayudar en la gestión del atún rojo del Atlántico y Mediterráneo, entre otros importantes recursos.
También la genética está ayudando a mejorar el conocimiento del medio ambiente. El uso del ADN ambiental (eDNA) y otras tecnologías genéticas ha mejorado el monitoreo de los ecosistemas acuáticos, ayudando a determinar de manera no invasiva la presencia de especies de peces y otros organismos acuáticos a partir del análisis de muestras de agua. El eDNA permite de esta forma identificar cambios en la diversidad, distribución y abundancia de especies, lo cual cobra especial relevancia en un contexto de evaluar el impacto del cambio climático.
La genética también está empezando a ayudar a sentar las bases de conocimiento para avanzar en la gestión pesquera basada en los ecosistemas. La gestión ecosistémica es una aspiración de los organizamos de gestión tanto nacionales como internacionales, pero todavía difícil de operativizar. Pues bien, recientemente se ha desarrollado un método genético que permite identificar con precisión, eficiencia y rapidez las presas de anchoas, sardinas, merluzas, chicharros y verdeles a partir del ADN presente en sus estómagos. Este método ha sido desarrollado para especies del Golfo de Vizcaya pero es fácilmente adaptable a otras especies y ecoregiones.
En resumen, las nuevas herramientas genéticas están en cierta medida transformando la ciencia pesquera, proveyendo metodologías más eficientes y precisas para la identificación, conservación y utilización sostenible de las especies pesqueras y acuáticas en general. Y mejorando así nuestra comprensión de los ecosistemas marinos en general.