70 investigadores y empresarios de 16 países diferentes se reunieron en Tromso, Noruega, para lanzar el proyecto europe AquaVitae. Durante los próximos cuatro años, trabajarán para incrementar la producción acuícola de especies de niveles tróficos inferiores en el océano Atlántico de manera sostenible.

AquaVitae es un nuevo proyecto de investigación e innovación financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. El consorcio cuenta con 36 socios, de 16 países diferentes, repartidos en cuatro continentes diferente. Además de Europa, los socios están situados en países que rodean el Océano Atlántico, incluyendo Brasil, Sudáfrica, Namibia y Norte América.

El proyecto lo coordina el instituto noruego Nofima. “Es un reto reunir a representantes de la industria y centros de investigación de todo el ámbito de influencia del Atlántico para abordar los retos de la acuicultura”, apunta el coordinador Philip James.

Cadenas de valor de la acuicultura

El objetivo del proyecto es introducir nuevas especies de niveles tróficos inferiores, productos y procesos en las cadenas de valor de la acuicultura marina a través del Atlántico. Las cinco cadenas de valor incluyen macroalgas, acuicultura multitrófica integrada (IMTA), equinodermos (por ejemplo, erizos de mar), moluscos y peces. IMTA es un proceso por el que se crían varias especies juntas usando los residuos de una como alimento para otra.

“Las cadenas de valor fueron seleccionadas por sus prometedoras contribuciones a la producción sostenible de comida y piensos. Hay un elevado potencial en estas cadenas y deseamos descubrir nuevos modos de mejorarlas”, apuntó James.

Estas líneas de investigación se relacionan con las recomendaciones del informe Food from the Oceans report (2017), en el que señala la necesidad de expandir la acuicultura marina multitrófica integrada y de especies de niveles tróficos inferiores como una manera de incrementar la disponibilidad de alimentos y piensos.

Actividades transversales

Para completar los objetivos, 11 estudios de caso se desarrollarán a través del Atlántico, con un interés particular en el desarrollo de nuevos productos (por ejemplo, macroalgae y erizos de mar), optimizar la producción en industrias ya existentes (moluscos o peces) y avanzar hacia una economía circular y de residuo cero en acuicultura (IMTA o biofloc).

Algunas de las actividades incluyen la investigación de biosensores, el Internet de las Cosas (IoT), caracterización de productos, sostenibilidad, monitoreo ambiental, así como evaluación de riesgos, análisis de cadenas de valor, rentabilidad y el marco legal.
Además, el proyecto implementará un enfoque multi-actor para asegurar la inclusión de las opiniones y experiencia de posibles usuarios de los resultados. El consorcio cuenta con industrias como socias, junto centros de investigación e universidades, lo que contribuye a establecer una red de colaboración duradera con el Atlántico como punto de encuentro.

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