En un encuentro a dos voces, Joseba Arano, director de Personas, Calidad y Gestión Ética, Responsable y Excelente de Calidad Pascual, y Roberto Chinchilla han conversado ampliamente sobre la importancia de normalizar la discapacidad en una sociedad como la actual.

Como embajador de Fundación Juan XXIII Roncalli, con la que Pascual colabora estrechamente desde hace años, Chinchilla ha destacado el papel que desempeñan las empresas para impulsar y favorecer la integración de personas con discapacidad: “Es necesario concienciar a la gente de que el mundo laboral tiene que apostar por la contratación de personas con discapacidad. Las empresas tenéis la oportunidad de enseñar grandes cosas a estos chicos y chicas, pero no hay que olvidar que ellos también pueden aportar a la organización. Valores como la tenacidad, el afán de superación, la confianza en uno mismo o el trabajo duro, entre muchas otras cosas”.

Por experiencia propia, Chinchilla ha contado que, a pesar de su largo currículum deportivo, sus primeras experiencias laborales no siempre fueron positivas. “Les faltó unión y firmeza. No tenían la sensibilidad que yo necesitaba. No entendían lo que era la discapacidad. Pero tuve la fuerza de decir basta, de pensar que eso no era lo que quería para mí y actué. Lo dejé y busqué algo mejor”. Unas experiencias de las que también supo sacar el lado positivo, ya que, hoy en día, su objetivo es “dar visibilidad a las personas con discapacidad”.
 
Además, ha añadido que “a algunas empresas todavía les falta mucho camino por recorrer para ser capaces de romper con ese miedo a contratar personas con distintas capacidades”. Tanto en el terreno personal como profesional “he tenido que superar muchas barreras en mi vida, pero nunca me he rendido. Hoy quiero ayudar a los demás, ser solidario y concienciar de que todos podemos romper esas barreras y prejuicios. Todos somos capaces de superarlas, en la familia, en el trabajo, en el deporte, etc. Siempre con solidez, esfuerzo, entusiasmo y, sobre todo, alegría”.
 
En el terreno más personal, Chinchilla ha contado que su familia, concretamente su madre, ha sido un pilar fundamental: “Mi madre siempre ha sido la impulsora de mis ganas. Gracias a mi madre puedo hablar de los logros que hoy os cuento”. Desde niño me enseñaron a ser positivo y aprendí a decirme ‘ten fe en ti mismo y lograrás cualquier cosa’. Si tengo constancia y visualizo la meta, no habrá nada que me pare”.
 

Sus éxitos deportivos comenzaron desde bien pequeño, “con diez años ya comencé a hacer deporte y mi carrera siempre ha estado muy vinculada al baloncesto. Fue esa unión, cariño, afán de superación y la posibilidad de conseguir grandes logros lo que me atrapó del mundo del deporte ya desde niño”.

Roberto Chinchilla también ha querido dedicar unas palabras a las personas que forman parte de Calidad Pascual y ha destacado que “sois grandes, innovadores y hacéis una labor increíble. Lo que me gustaría es que siguierais avanzando y perdiendo el miedo a la hora de contratar personas con distintas capacidades. Es muy bueno que sigáis tendiendo puentes para continuar impulsando la integración y la confianza”.
 
Por su parte, Joseba Arano ha querido compartir durante la conversación que “en Calidad Pascual somos conscientes de que desde la diversidad hacemos una empresa mejor, más transversal, más completa, logrando equipos integradores que nos ayudan a ser cada vez más competitivos y, en definitiva, a ser mejores en todos los sentidos”. Algo que el deportista ha querido matizar: “En Calidad Pascual ya habéis superado ese miedo a contratar personas con distintas capacidades, ya sois Campeones”.
 
En este sentido, Calidad Pascual y Fundación Juan XXIII Roncalli, de la que Roberto Chinchilla es embajador, han desarrollado un estrecho vínculo de colaboración y confianza por el que ambas entidades se comprometen a seguir impulsando el desarrollo y la integración de las personas con discapacidad. Todo ello a través de alianzas estratégicas y generadoras de valor a corto, medio y largo plazo. Joseba Arano ha destacado que “Fundación Juan XXIII Roncalli es, sin duda, un clarísimo ejemplo de gestión responsable del negocio. Para nosotros es un fantástico cliente que, además, trabaja varias de nuestras referencias”.
 

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