Revista Alimentaria.- ¿Cuándo nace AESI y con quiénes colabora a nivel nacional e internacional?
Iñaki Soroa.- AESI se constituye el 12 de mayo de 1986. Hasta esa fecha no había asociación empresarial que aglutinase, representase y defendiese los intereses de los empresarios que elaboraban sidras en España. Para cumplir con esos fines se constituyó la entonces denominada Asociación Española de Fabricantes- Elaboradores de Sidra, AESI, hoy llamada Asociación Española de Sidras, AESI. Aquel año España había ingresado en la CEE y, consecuentemente, AESI tenía como objetivo representar a las sidras no sólo en el ámbito nacional, sino también a nivel europeo, por lo que de inmediato solicitó y obtuvo su afiliación a la AICV, Association des Industries des Cidres et Vins de Fruits de l’UE, actualmente conocida como European Cider and Fruit Wine Association, asociación de la que somos miembros plenos desde aquellas fechas.
En AICV estamos representadas las asociaciones nacionales (además de AESI por parte de España, también tienen mucho peso las de Francia y Alemania, y en el caso de Reino Unido, con el Brexit hemos trabajado para que siga dentro aunque con un estatus diferente, puesto que es el mayor mercado de sidra que hay en el mundo), y empresas particulares, que en algunos casos casi representan al país, como sucede con Carlsberg en Dinamarca, por ejemplo.
Con AICV trabajamos en desarrollar el mercado europeo de la sidra, y cabe destacar que últimamente estamos recibiendo muchas suscripciones de países del Este (Polonia, Rumanía, Bulgaria, Países Bálticos, República Checa…), donde no se fabricaba sidra tradicionalmente pero que ahora se está convirtiendo en un producto de tendencia.
A nivel nacional, AESI es miembro de pleno derecho de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas de España (FIAB), en representación de la sidra. Por mi parte, hasta el año pasado ocupaba la Vicepresidencia de Competitividad y Sostenibilidad de FIAB, y desde junio del año pasado represento a España en el Consejo de Dirección de FoodDrinkEurope, nombrado a petición de AESI y de Cerveceros de España.
AESI también representa a la Sidra en Ecovidrio, de la que somos miembros fundadores, y que es el SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) que recoge y da cobertura legal a nuestros envases vacíos de sidra mediante el uso y pago del Punto Verde.
R.A.- ¿Con cuántos socios cuenta la Asociación y qué actividades realiza?
I.S.- El sector se ha reagrupado y por ende actualmente hay menos empresas que las que había en su fundación. Hoy somos a nivel nacional seis asociados, de los cuales uno, la Asociación de Sidra Asturiana, ASSA, es a su vez una asociación que representa a más de 40 pequeñas empresas elaboradoras de sidra natural en Asturias. En cuanto a la Asociación de Fabricantes de Sidra Natural de Guipúzcoa, aunque ha sido uno de nuestros asociados, en la actualidad no lo es, y será siempre bienvenida cuando decida su reingreso.
AESI, en su condición de Asociación Nacional, representa a la sidra en todas las cuestiones de carácter legislativo que le afectan. Así, y a modo de ejemplo, trabajamos en:
• La elaboración de una nueva Norma de Calidad para las sidras en España, Real Decreto 72/2017, de 10 de febrero, publicada en el BOE del 21/02/2017.
• Legislación y acciones relativas al consumo de alcohol. Hemos firmado en representación de la sidra el último Manifiesto de Alcohol y Menores y trabajaremos con el Ministerio en todo lo relativo a las posibles normativas de consumo de alcohol en España.
• Informar a las empresas asociadas de todas las novedades que les afectan en los campos de la legislación alimentaria, etiquetado, medio ambiente, laboral, fiscal, tecnológico, comercio exterior, etc.
• Representar al sector ante la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), Departamento de Aduanas, Ministerio de Hacienda, en todo lo relativo a la Declaración de sidras, sector intervenido. En este campo, habrá que seguir defendiendo la no imposición de impuesto a la sidra.
R.A.- ¿Qué peso tiene el sector de las sidras en nuestro país?
I.S.- Nuestro sector es pequeño en comparación con otros sectores de alimentación y/o bebidas de España. Por ejemplo, si nos fijamos en la cerveza, está produciendo 4.000 millones de litros al año, mientras que nosotros producimos del orden de 80 millones de litros, con un valor agregado de unos 100 millones de euros. Somos una industria muy arraigada en la zona norte, incluso nos podemos considerar “el vino del norte”: de hecho, en vasco la sidra se denomina “sagardo”, que significa “vino de manzana”. En muchos casos se trata de empresas familiares, que fijan población, muy unidas al territorio, al mundo rural y agrícola, puesto que muchas empresas incluso tenemos nuestras propias plantaciones de árboles. No es un sector muy grande en términos macro, pero sí es muy representativo de nuestra región, de nuestra cultura, y de la aportación que hacemos desde el norte a la diversidad de España.
R.A.- ¿Qué porcentaje de esa producción se destina a la exportación?
I.S.- A la exportación se destina en torno al 20% de la producción, por lo que nuestro mercado principal es el nacional. Además, dicho mercado está dividido en dos: sidra, que lleva carbónico y se suele consumir en los momentos de celebración, especialmente en Navidad, como en el caso del cava o el vino espumoso; y sidra natural, que tiene un consumo totalmente diferente.
La sidra natural está muy unida a la cultura gastronómica de la zona norte, se toma en las sidrerías acompañando a la comida y muchas veces el trabajo que hacemos desde las asociaciones va encaminado precisamente a que su consumo no sea solo en dichas “sagardotegi” tradicionales y en los “chigres” asturianos, sino que salga a los bares y resto de restaurantes.
R.A.- En cuanto a las materias primas, ¿los consumidores valoran que se empleen ingredientes locales?
I.S.- El sector está haciendo un gran esfuerzo en los últimos años por mejorar la percepción de calidad de nuestros productos, y por ello ha apostado por crear una Denominación de Origen Protegida (DOP) que es la Sidra de Asturias. En esta DOP es obligación que todas las sidras etiquetadas bajo su amparo estén elaboradas con alguna de las variedades de manzana sidrera asturiana recogida en la Denominación. Para otras sidras elaboradas en España no hay obligación en el origen de la materia prima.
Es un mercado que hay que desarrollar, ya que las DOP no tienen el mismo peso que pueden tener en un sector como el del vino. Al contrario, ocurre como en el caso de las cervezas, que no cuentan con Denominaciones. Hay que tener en cuenta también que no contamos con suficiente producción local de manzanas como para hacer toda la sidra con DOP, sino que debemos comprar a otras regiones de España, como puede ser Cataluña, y a otros países, especialmente del Este. En España, y fuera de las zonas eminentemente sidreras, el principal proveedor de manzanas es Galicia.
R.A.- ¿Dónde están las principales zonas de producción en España? ¿El cambio climático las está afectando?
I.S.- Las sidras en España se elaboran en toda la zona norte: Navarra, País Vasco, Cantabria, Principado de Asturias y Galicia. En resumen, en aquellas áreas donde no se elabora vino. Son zonas productoras de manzanas y consecuentemente elaboran sidras.
Respecto al cambio climático, y hasta la fecha, no tenemos constancia de que esté afectando a la producción manzanera.
A pesar de ello, tenemos claro que, si no hacemos nada, si no cambiamos nuestra manera de cultivar y de producir, lo vamos a notar, porque tendremos más problemas meteorológicos y van a afectar a toda la agricultura.
El cambio climático es una realidad, es el principal reto que tenemos todas las industrias a nivel mundial y debemos trabajar todos conjuntamente. En esto tenemos que estar orgullosos porque Europa está liderando esta lucha. Todas las industrias estamos trabajando, y además muy rápido, en mejorar nuestra forma de producir, convertir nuestras plantaciones a ecológico, utilizar la menor cantidad posible de fitosanitarios, la menor cantidad posible de agua, etc. Lo tenemos que hacer sí o sí porque es una demanda del consumidor y porque, en definitiva, vivimos del campo y si no lo hacemos así lo vamos a pagar todos.
R.A.- Respecto a la elaboración, se trata de un producto muy tradicional, pero ¿cómo está incorporando las tecnologías innovadoras? ¿Cuál es su nivel de digitalización y automatización?
I.S.- El sector, a pesar de ser muy tradicional, ha incorporado hace ya años nuevas tecnologías como bodegas climatizadas, frío en todo el sistema de almacenamiento, nuevas prensas neumáticas, líneas de producción automatizadas... La sidra natural, como trabaja fundamentalmente en envase retornable, es un avanzado en el cuidado medioambiental y ha implantado nuevos sistemas de lavado de botellas con ahorros sustanciales de agua y detergentes.
La automatización está totalmente incorporada en las líneas de producción y embotellado, siendo siempre por supuesto mejorable.
La digitalización, en cambio, es aún una asignatura pendiente del sector, y se debe producir en todos nuestros procesos productivos, desde cómo llegamos al consumidor, a través de qué canales, hasta cómo analizamos qué se está produciendo en nuestras industrias.
Confiamos en ir superando esta asignatura pendiente aprovechando las oportunidades de los fondos Next Generation y en concreto el plan de digitalización del sector desarrollado por FIAB en colaboración con EY. El PERTE agroalimentario es una gran oportunidad, aunque consideramos que la cantidad que nos toca a la industria es insuficiente. Si de los 400 millones de euros las ayudas suponen 150 millones, y la industria está compuesta por unas 30.000 empresas, la cantidad que sale son unos 5.000 euros por empresa.Además, las soluciones propuestas deben tener en cuenta obligatoriamente la trazabilidad, y esto puede suponer una dificultad añadida para las pymes.
R.A.- A nivel medioambiental, ¿qué está haciendo el sector de las sidras para aprovechar sus subproductos y avanzar hacia la Economía Circular?
I.S.- A la hora de mayar o prensar la manzana, se genera un subproducto que se denomina magaya, que se reutiliza principalmente para la alimentación animal y también para hacer compost o para su uso como digestores vegetales con producción de gas.
Por otro lado, como nuestros productos se conservan muy bien, generamos muy poco desperdicio alimentario en los hogares.
En el caso de las botellas de vidrio, en el 50% de nuestra producción, la correspondiente a la sidra natural, las reutilizamos. Esas botellas que van a la hostelería envases entran en el circuito de Ecovidrio y se reciclan para hacer otras botellas.
R.A.- ¿Cómo valoran las políticas europeas, que cada vez tienen más foco en el medio ambiente: nueva PAC, Pacto Verde, De la Granja a la Mesa…?
I.S.- Como comentaba antes, a través de FoodDrinkEurope trabajamos en esta línea que reclama Europa de ser cada vez más sostenibles, pero debemos serlo no solo a nivel ambiental, sino también ser económico. Es una balanza que tenemos que equilibrar: las industrias tenemos que ser rentables para ser sostenibles.
Por desgracia, en el último mes el paradigma en Europa ha cambiado, y los órdenes del día están cambiando porque estamos en guerra. En estos momentos Europa está replanteándose muchas estrategias que tenía en marcha. Estando totalmente de acuerdo en adónde tenemos que llegar y cuándo tenemos que llegar, pensamos que ahora es el momento de redefinir muchas políticas. Vamos a ser neutros en emisiones de carbono, ser sostenibles, hacer los deberes que tenemos que hacer; la industria no duda de esto y está dispuesta a trabajar y liderar ese proceso, pero tenemos que tomar medidas para garantizar que haya alimentos para todos los europeos y también para los ucranianos, que están sufriendo graves problemas de suministro. La industria se está volcando en donar producto y que llegue a los consumidores.
A la vez, tenemos que trabajar muy rápido para corregir los desequilibrios que se van a dar, porque Ucrania es un grandísimo productor de cereales, de oleaginosas, el primer productor de girasol del mundo, y se están destruyendo muchos cultivos y muchas industrias. Por ejemplo, una de las mayores fábricas de vidrio está en ruinas, y eso va a tensionar todo el mercado y nos va a afectar a la sidra porque puede haber problemas de suministro de botellas. Debemos trabajar conjuntamente con las instituciones para solucionar estos desequilibrios, con un objetivo clarísimo que es mantener el suministro de alimentos para todos los consumidores.
Si queremos seguir alimentando, no solo a las personas, sino también a los animales, los legisladores tendrán que hacer las modificaciones necesarias para poder importar productos de regiones del mundo donde hasta ahora no se podía, como Latinoamérica por ciertos pesticidas cuyo uso está permitido allí pero no en la UE, o Estados Unidos porque emplean OGM.
El foco de Europa ha cambiado porque estamos en economía de guerra, aunque no nos lo parezca. Estamos viviendo unas inflaciones totalmente disparadas y que van a seguir así. Al final el consumidor va a tener menos dinero para consumir y va a tener que elegir; esto nos va a afectar a todos y vamos a tener que ser capaces de adaptarnos a estas circunstancias.
R.A.- Continuando con la UE, hay una tendencia creciente a invitar a reducir el consumo de alcohol.¿Cuál es la posición de un producto como la sidra?
I.S.- Desde nuestro sector defendemos un consumo moderado de nuestros productos y únicamente por adultos sanos. Además, relacionando nuestros productos con la alimentación, porque en España tenemos una cultura de consumo de nuestros productos muy unida a la gastronomía. Defendemos un consumo saludable y una vida saludable: comer bien, beber bien y hacer deporte. Respecto a esto último, nuestros productos han colaborando siempre con el deporte, en especial con los deportes rurales.
Así, nos oponemos activamente al consumo de alcohol por menores, botellón, consumo en grupos de riesgo -embarazadas, trabajo-, conducción, etc. Tenemos una presencia muy activa con el Gobierno de turno en representación de nuestros productos y elaboradores. Así, en el último intento sobre una Ley nacional sobre consumo de alcohol, con el PP, estuvimos muy activos – reuniones con Secretaria de Estado de Asunto Sociales y Delegado del Gobierno para el Plan Nacional contra las drogas- y el resultado final era un texto no negativo para el sector. Una lástima que cambió la Ministra, el nuevo Ministro no siguió con esta legislación adelante y finalmente hubo cambio de gobierno de nuevo al PSOE. En su momento firmamos en representación de la sidra el Manifiesto contra el consumo de bebidas alcohólicas por menores, firmado junto a las otras organizaciones de bebidas alcohólicas de España –Cerveceros de España, Federación Española del Vino (FEV) y Espirituosos España– y con el Ministerio de Sanidad y otras organizaciones sociales y profesionales.
Dicho esto, hemos de incidir en que, dentro de las bebidas con contenido alcohólico, manifestamos nuestra postura clara e inequívoca de que no todas las bebidas son iguales y por ello debemos diferenciar entre bebidas fermentadas y destiladas. Nuestras bebidas fermentadas -como la sidra- son de baja graduación alcohólica, se consumen socialmente y habitualmente con comida, forman parte de nuestra dieta mediterránea y están fuertemente vinculadas con nuestro medio rural, generando en el mismo trabajo, actividad económica y riqueza, combatiendo con ello la España vaciada. Esta diferenciación debe ser recogida en las legislaciones sobre bebidas con contenido alcohólico.
Considero que en estos momentos los sectores debemos liderar. Vivimos en un mundo donde cada vez hay más legislación, y nosotros tenemos que ser quienes ayudemos a los legisladores a desarrollar esas leyes que permitan alinear los intereses de los consumidores, que son los más importantes, y los de la industria, que al fin y al cabo son los mismos pero a veces van a distinta velocidad. Entre el consumidor y la empresa siempre está el legislador y tenemos que trabajar con ellos y caminar juntos.
R.A.- ¿Cuáles son los principales momentos de consumo de esta bebida? ¿Se está trabajando para introducir nuevos momentos?
I.S.- Este es un problema de nuestras sidras, la estacionalidad fuertemente vinculada al período navideño. Y es un reto que tiene el sector, buscar y propiciar nuevos momentos sociales de consumo, cuestión que pretendemos abordar con las nuevas sidras de sabores y con las cider. Dos grandes productores como Heineken y Mahou San Miguel lanzaron sus cider y esto es maravilloso para el sector porque son empresas que tienen capacidad para desarrollar mercado, buscar nuevos consumidores y hacer que la gente entienda mejor qué son las sidras.
Esto nos permite al resto de productores desarrollar nuestros productos alrededor de ese concepto, porque al final ambos son fermentados de manzana.
En cambio, las sidras naturales tienen un consumo más estable a lo largo de todo el año, con picos de consumo por supuesto en el período estival.
R.A.- ¿Cuáles son los retos que tiene por delante AESI para este 2022?
I.S.- El primer reto va a ser cómo va a aceptar el consumidor el nuevo escenario de mercado, puesto que ya hemos trasladado los aumentos de costes al mercado en gran medida. Tendremos que ser capaces de adaptarnos muy rápido a las decisiones de los consumidores. No está claro que la subida en los precios vaya a detenerse este año, y estamos viendo cómo aumentan en todos los materiales, desde los palés hasta las etiquetas. Para las sidras es todo un desafío adaptarnos a este escenario tan incierto, porque somos una industria que normalmente a principios de año fijamos precios para todo el año, cada uno según sus procesos productivos y capacidades. Las manzanas se cosechan en septiembre, en diciembre sabíamos lo que iban a costar los materiales, y en cambio ahora muchos proveedores dan los precios de cara a un mes solamente.
El otro gran reto es que todos seamos capaces de contar con las materias primas y los insumos que necesitamos para poder fabricar. El año pasado ya hubo tensiones con el vidrio, y este año va a haber más porque va a faltar Ucrania, que era un gran suministrador, pero también se compraba mucho de Rusia. La capacidad instalada del sector del vidrio es la que es, y su capacidad de reacción es pequeña, ya que necesita mucha inversión y tarda un tiempo en entrar en producción. Tendremos que ver cómo somos capaces de competir en una situación que no habíamos visto hasta ahora, de falta de suministro.
A esto le sumamos los problemas logísticos, porque la situación del sector del transporte es terrible, la subida de los combustibles afecta directamente a su línea de flotación. Lo mismo ocurre con las exportaciones, los costes de los contenedores se han elevado enormemente también.
En este marco, otro desafío será cómo mejoramos la comercialización de nuestras sidras, cómo y dónde logramos nuevos consumidores para unos productos de gran calidad como los nuestros.
Seguiremos trabajando para recuperar imagen y valor de mercado para nuestras sidras y para ponerlas en valor unidas a toda nuestra cultura sidrera. Entendemos que estos objetivos hay que buscarlos en nuevos momentos de consumo y en otros mercados de España.