Edulcorantes: ¿son beneficiosos o dañinos?

Revista Alimentaria

2 de junio, 2020


Cuando hablamos de edulcorantes en realidad nos referimos a todos aquellos compuestos capaces de endulzar o proporcionar sabor dulce a los alimentos y bebidas. Por ello, es importante diferenciar entre los edulcorantes bajos en o sin calorías y los azúcares. Los comúnmente llamados “azúcares” son en realidad un conjunto de ingredientes, de los cuales el azúcar blanco (sacarosa) es el más representativo, y que pueden clasificarse como hidratos de carbono “simples”. También podemos encontrarlos en las listas de ingredientes de los productos con denominaciones como: jarabe de glucosa, fructosa, sirope, melaza, etc. dependiendo de su origen. Estas son algunas características que nos ha explicado Dra. Mª de Lourdes Samaniego Vaesken, Profesora Adjunta, Dpto. de Ciencias Farmacéuticas y de la Salud, Facultad de Farmacia, Universidad CEU-San Pablo. Además, nos ha hablado del consumo que podemos hacer de ellos y si son negativos para nuestra salud.

"Todos ellos proporcionan un aporte energético 4 kcal/g y tienen propiedades relacionadas con el sabor y la textura que otorgan a los alimentos a los que se añaden. Por este motivo, en la actualidad podemos encontrar numerosos productos que incluyen azúcares añadidos en su composición", explicaba Samaniego.

Los edulcorantes bajos en o sin calorías son aditivos alimentarios que se añaden a bebidas y alimentos en cantidades muy bajas para proporcionarles un sabor dulce, pero sin contribuir al aporte energético de los mismos ya que carecen de este, o bien, es muy bajo a los niveles en los que se añaden. Es decir, tienen un alto poder endulzante por gramo cuando se comparan con los azúcares.

Tipos de edulcorantes

Los edulcorantes bajos en o sin calorías son en su mayoría compuestos sintetizados químicamente, aunque existen también extractos naturales como los glucósidos de esteviol. "En la actualidad, existen 19 tipos de edulcorantes autorizados para su uso en la Unión Europea (Reglamento (CE) Nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de 16 de diciembre de 2008 sobre aditivos alimentarios: sorbitol, manitol, acesulfamo K, aspartame, ciclamato, isomaltosa, sacarina y sus sales de sodio, potasio y calcio, sucralosa, taumatina, neohesperidina DC, glicósidos de esteviol, neotame, sal aspartamo-acesulfamo, jarabe de poliglicitol, maltitoles, lactitol, xilitol, eritritol y advantame", añadía Samaniego.

Los productos que contienen edulcorantes en su composición deben indicarlo a continuación de la denominación del producto y en la lista de ingredientes.

 

Puede formar parte de nuestra dieta diaria

La evidencia científica de la que disponemos en la actualidad apunta a que los edulcorantes pueden formar parte de una dieta saludable (variada, equilibrada y moderada) sin suponer un riesgo para la salud. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido para cada uno de los 19 tipos de edulcorantes un valor de seguridad denominado “Ingesta Diaria Admisible” (IDA) para establecer qué cantidad de estos aditivos es seguro añadir a las distintas categorías de alimentos que se comercializan. "Estos valores están basados en los estudios toxicológicos disponibles para cada uno de los aditivos autorizados en Europa y su autorización es reevaluada periódicamente", añadía Dra. Mª de Lourdes Samaniego.

Por ejemplo, el aspartamo, que es uno de los edulcorantes más utilizados en bebidas refrescantes en España y cuyo poder endulzante es unas 200 veces superior al de la sacarosa; tiene una IDA de 0-40 mg/kg de peso/día, y estudios de la EFSA han estimado que en Europa, la ingesta media de aspartamo en grandes consumidores es de 5.5 mg/kg/día, que supone 10 veces menos que la IDA.

 

Consecuencias de un uso abusivo de los edulcorantes

"Es difícil alcanzar una ingesta excesiva de edulcorantes en el contexto de una dieta variada y no se han descrito consecuencias negativas en la población. Sin embargo sí existen efectos secundarios exclusivos del consumo excesivo de sorbitol, maltitol y xilitol, motivo por el cual debe indicarse en la etiqueta que un consumo excesivo de un producto que contenga más de un 10% de estos edulcorantes puede tener efectos laxantes, causar distensión abdominal y diarrea. A su vez, el aspartamo, al contener el aminoácido fenilalanina en su molécula, está desaconsejado para los individuos que padecen fenilcetonuria, aspecto que también debe indicarse en el etiquetado", explica la profesora Samaniego.

Si bien, son fuente continua de controversia y en ocasiones generan rechazo entre los consumidores al tratarse de compuestos químicos.

"Las revisiones sistemáticas más recientemente publicadas no encuentran efectos negativos en la salud e incluso apuntan a que pueden ser una herramienta útil en el control del peso corporal y la prevención de la caries dental. Por ello, resulta fundamental que la población esté informada sobre estos aditivos y cómo incluirlos en una dieta que se ajuste a sus necesidades", concluía la experta.


 

 

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