^{Jacobo Olalla Marañón}

^{Director General de Cerveceros de España}

La manera tan mediterránea y tan nuestra que los españoles tenemos de disfrutar de la cerveza, esto es, en la terraza de un bar, con amigos o familiares, y acompañada de algo de comer, hace que el sector cervecero mantenga una estrechísima relación con el hostelero: prácticamente el 70% del consumo de cerveza que se da en nuestro país tiene lugar fuera del hogar. Así, no es de extrañar que el cervecero haya sido uno de los sectores más golpeados por la pandemia de la COVID-19.

El consumo de esta bebida cayó un 40% en abril, mes que pasamos entero confinados, y un 36% en mayo, en el que se dio inicio a la desescalada paulatina y por provincias o zonas geográficas. Esto supone que, a lo largo de esas semanas tan difíciles, las cerveceras han perdido un 66% en términos de ingresos. El leve incremento de ventas que vimos en el canal alimentación durante el confinamiento no ha sido suficiente para compensar todo lo que se ha dejado de consumir en bares y restaurantes, que es además precisamente el consumo que mayor valor añadido aporta a la economía.

A ello hay que añadir que la desescalada no está yendo como cabría esperar: el 20% de establecimientos hosteleros siguen cerrados a día de hoy, y cabe preguntarse si éstos, junto a algunos de los que ya están abiertos, van a poder mantenerse a flote en el futuro más próximo. Según estimaciones de Hostelería de España, hasta 65.000 locales podrían cerrar antes de que acabe el año, y otros 300.000 en 2021.

Por su parte, el turismo, tanto nacional como internacional, que contribuye entre un 20 y un 25% al consumo de cerveza en España en condiciones normales, tampoco está recuperándose a la velocidad deseada. España ofrece un turismo de calidad a un precio razonable, en el que la oferta gastronómica, de la que la cerveza forma parte, desempeña un papel fundamental. Lamentablemente, noticias como la cuarentena anunciada recientemente por el Reino Unido a todas aquellas personas que lleguen de España, o recomendaciones de otros países europeos de no viajar a territorio español salvo que sea imprescindible, suponen una dificultad añadida para un sector que está intentando remontar la situación más complicada a la que se ha enfrentado hasta la fecha.

Resulta imprescindible, por todo ello, que se tomen cuantas medidas sean necesarias para apoyar al sector hostelero en esta etapa de gran dificultad que está atravesando. Dichas medidas abarcan iniciativas como el reparto de bonos o cheques a los clientes que fomenten el consumo; reducciones de IVA (nuestros países vecinos están aplicando ya tasas súperreducidas) y de todos los impuestos que gravan el consumo de productos  en la hostelería, como impuestos especiales, tales como impuestos a bebidas como la cerveza, bebidas alcohólicas, productos intermedios, bebidas azucaradas, etc., aunque sea durante un periodo de tiempo establecido; reducción o suspensión de tasas a los establecimientos; concesión de microcréditos de hasta 30.000 avalados por el Estado a pequeñas empresas hosteleras; y que se asegure el mantenimiento de los ERTEs al menos hasta final de año.

Con estas medidas se podrían mitigar algunos de los efectos más negativos que la pandemia está causando a un sector que, en condiciones normales, vive durante la primavera, y sobre todo el verano, sus mejores cifras.

Infórmate aquí sobre cómo puedes suscribirte y enterarte de todo.

Quizá te interese ver estas noticias relacionadas:

• Alberto Jiménez: “El compromiso ejemplar de la industria cárnica ante la crisis del COVID-19”
• Luis Alberto Calvo: "Veterinarios: una visión integral en salud cada vez más necesaria"