La reciente decisión de la Organización Mundial del Comercio de aceptar que Estados Unidos imponga aranceles por valor de 7,5 millones de euros a los productos procedentes de la Unión Europea ha caldeado los ánimos entre las asociaciones agrícolas y alimentarias continentales. La organización Copa-Cogeca se compromete, no obstante, a negociar los aspectos comerciales de forma ordenada, respetando los acuerdos comerciales multilaterales. La comunidad agrícola de la UE apoya los esfuerzos de la Comisión para encontrar soluciones que beneficien a todas las partes implicadas.

Pekka Pesonen, secretario general de Copa-Cogeca, ha lamentado que el sector agrícola “esté pagando nuevamente la factura por una decisión política sobre el comercio que no tiene nada que ver con la agricultura”, y ha apoyado las declaraciones de la comisaria de Agricultura, Cecilia Malmström, quien asegura que “crear volatilidad en el comercio internacional podría ser contraproducente para los desafíos clave que las comunidades agrícolas de la UE  y de Estados Unidos tendrán que enfrentar en la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria y la renovación generacional”. La comisaria ha hecho una llamada a los decisores políticos para crear un entorno comercial más predecible en beneficio de la comunidad agrícola y los consumidores de todo el mundo.

FoodDrinkEurope, por su parte, lamenta profundamente el anuncio de los Estados Unidos de imponer estos nuevos aranceles a los alimentos y bebidas de la UE como represalia por el subsidio de la UE a la aeronáutica Airbus.

FoodDrinkEurope, representante de la industria de alimentos y bebidas de Europa, rechaza que la lista de productos a los que Estados Unidos impondrá nuevas tasas incluya una amplia gama de alimentos y bebidas, que estarán sujetos a aranceles del 25%. Esta decisión, aseguran, “impedirá el acceso de alimentos y bebidas europeos al mercado estadounidense”, que es actualmente el primer destino extranjero de la industria, con un valor de exportaciones superior a los 20.000 millones de euros en 2018.

“Los fabricantes de alimentos y bebidas de Europa, el 99% de los cuales son pequeñas y medianas empresas, podrían terminar pagando el precio de una disputa originada en un sector que nada tiene que ver”, afirman desde FoodDrinkEurope. “Esto no solo será perjudicial para la industria alimentaria en sí, sino que también tendría implicaciones mucho más negativas para las cadenas de suministro, los trabajadores y los consumidores en la UE y en los EE.UU.”, concluyen.

En respuesta al anuncio de Trump, Mella Frewen, directora general de FoodDrinkEurope, ha instado a la UE y a Estados Unidos a entablar un diálogo constructivo para resolver rápidamente las disputas en el caso Airbus y evitar una escalada de las tensiones comerciales. “Todos los esfuerzos deben centrarse una agenda comercial positiva, que tenga como objetivo fortalecer las relaciones comerciales trasatlánticas de larga duración”, ha dicho Frewen.

La UE y EE.UU., junto a otros países occidentales, comparten algunas preocupaciones sobre la mejora de la Organización Mundial del Comercio. Desde la perspectiva agrícola de la UE, Copa-Cogeca asegura que se debe crear un entorno comercial internacional más predecible a través de una OMC fuerte, pues cuanto más débil sea la OMC, más riesgos y más volatilidad experimentarán los agricultores y las cooperativas agrícolas de todo el mundo.

Agricultores y cooperativas agrícolas de ambos lados del Atlántico comparten una visión común sobre los productos de alta calidad orientados al consumidor, la alta seguridad alimentaria y la protección del consumidor, la sostenibilidad mejorada y la toma de decisiones con base científica.

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