Nace una nueva asociación de productores de sal marina

Salimar

6 de noviembre, 2019


Cinco empresas productoras de sal marina en España se acaban de agrupar bajo el nombre de SALIMAR (Asociación de Salinas Marinas), una asociación que reúne el 85% de la cuota de mercado y que nace, entre otros, con tres objetivos claros: “Dar a conocer las características y beneficios de la sal marina, promover su consumo responsable en beneficio de la salud y reivindicar la función medioambiental de una industria sin la cual no existirían ecosistemas de enorme riqueza, en los que viven y nidifican centenares de especies animales”, según la asociación.

Las empresas asociadas en SALIMAR son Marítima de Sales (Cádiz), Infosa (Tarragona), Salinas de Es Trenc (Mallorca), Salinera Española (Ibiza y Murcia) y Bras del Port (Alicante). Entre las cinco suman un total de 7.200 hectáreas, con una capacidad productiva media de 720.000 toneladas anuales de sal marina. La sal marina está presente en infinidad de aplicaciones que van del consumo humano a la industria alimentaria (salazones, secaderos de jamón, conserveras,…) pasando por la industria química o el tratamiento de agua (descalcificación, electrólisis, etc). En suma, la facturación de las empresas asociadas es de 46 millones de euros al año.

Singularidades naturales de la sal marina

Hay, fundamentalmente, 3 tipos de sales. Por un lado, tenemos la sal de roca, cuyo origen es natural pero se extrae con técnicas agresivas con el medio ambiente, que conllevan grandes consumos de agua, uso de explosivos y técnicas de perforación que causan erosión en el medio y provocan efectos irreversibles en el entorno.

Por otro lado, existe otro tipo de sal, llamada vacuum, cuya obtención requiere grandes consumos de electricidad y calor (ya que se basan en una cristalización de la sal forzosa y artificial) produciendo como consecuencia grandes cantidades de emisiones de CO2 (dejando una importante huella de carbono), con el consiguiente impacto medioambiental.

Finalmente, tenemos la sal marina, que se obtiene de manera natural por evaporación solar, al aire libre, del agua del mar, sin producir una agresión ambiental. De hecho, la actividad de las salinas marinas es un bello ejemplo de simbiosis industria-naturaleza ya que, fruto de su actividad productiva, se han creado parajes de elevado valor ecológico. Se trata de espacios naturales que son un claro ejemplo de compatibilidad de los oficios tradicionales y la conservación del medio.

 

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