Tecnologías de edición genética CRISPR en agricultura y alimentación

Revista Alimentaria

4 de marzo, 2020


M.Victoria Moreno-Arribas
Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), CSIC-UAM

 

Las herramientas de edición genética CRISPR, derivadas de un sistema inmunitario de defensa bacteriano, cuya existencia fue descrita por primera vez por el microbiólogo español Francisco J. Martínez Mojica, han irrumpido con fuerza en los laboratorios y la sociedad. En un corto espacio de tiempo y gracias a la labor de muchos investigadores, se ha revelado su gran versatilidad, facilidad y asequibilidad para producir cambios extraordinariamente precisos y complejos en el genoma de cualquier organismo.

Con ellas ahora es trivial inactivar un gen, eliminar un fragmento del mismo o añadirle secuencias nuevas. También resulta relativamente sencillo sustituir una secuencia de ADN por otra a voluntad, bien para reproducir mutaciones causantes de patologías en modelos celulares o animales, o bien para corregir una mutación pre-existente, como propuesta de terapia génica avanzada o en el desarrollo de cultivos resistentes con una mejor calidad y producción. La revista Science eligió esta tecnología como el principal avance científico del año 2015, y son muchos los investigadores que opinan que en el futuro ese descubrimiento pueda ser merecedor del reconocimiento de un premio Nobel.

Las secuencias CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats) y las proteínas Cas (CRISPR-asociadas) son los dos elementos de un antiguo sistema de restricción adaptativa procariota de defensa conservado en los genomas bacterianos. Las secuencias CRISPR contienen fragmentos de ADN de los elementos invasores que, al incorporarse, al genoma bacteriano, constituyen una especie de memoria de las infecciones sufridas que inmunizan a las bacterias frente a ulteriores infecciones de los mismos agentes.  El sistema CRISPR/Cas debidamente modificado sirve para editar genomas de forma específica y precisa.

Su pasmosa simplicidad permite abordar experimentos que hasta hace poco eran impensables. Las CRISPR no son las únicas herramientas de edición genética que conocemos, pero sí son las más simples, eficaces, asequibles y versátiles.  Todas ellas cortan el ADN en lugares precisos y, con ello, promueven ...

 

 

 

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