A través de sus diversas medidas e instrumentos, la Política Agrícola Común (PAC) puede contribuir a un desarrollo territorial equilibrado y a la mejora de la inclusión socioeconómica y social. Sin embargo, los resultados varían considerablemente dependiendo de las características de las regiones rurales y de la elección de medidas e instrumentos políticos. Estas son algunas de las conclusiones del estudio de apoyo a la evaluación sobre el impacto de la PAC en el desarrollo territorial de las zonas rurales, que la Comisión Europea acaba de publicar.

Este estudio, junto con las respuestas a las preguntas específicas de la PAC en la consulta pública sobre la visión a largo plazo para las áreas rurales, contribuirá a evaluar el impacto de la PAC en el desarrollo territorial de las zonas rurales centrándose en aspectos socioeconómicos y de inclusión social. El trabajo debuta por un análisis que establece un marco y una selección de medidas e instrumentos que tendrán un efecto directo sobre el objetivo general del desarrollo territorial equilibrado de las zonas rurales. A continuación, los análisis se articulan en torno a cinco criterios de evaluación: la eficacia, la eficiencia, la coherencia, la pertinencia y el valor añadido de la PAC en relación con su objetivo político hacia un desarrollo territorial equilibrado.

Para recoger y analizar las informaciones tanto cualitativas como cuantitativas, se han utilizado varios métodos. Entre otros, se han elaborado dieciséis preguntas de evaluación apoyándose en métodos cuantitativos, como un análisis de las entradas y salidas, un análisis tipológico, métodos estadísticos de regresión, así como métodos cualitativos a través del estudio de casos, un análisis documental y la observación de tendencias de desarrollo a lo largo del período de programación.

Según las constataciones del estudio, los problemas y necesidades a los que las zonas rurales de la Europa de los 28 (ahora 27) hace frente son considerables. Los resultados de los análisis cuantitativos y de los estudios de caso indican que el impacto de la PAC en el refuerzo de un desarrollo territorial equilibrado, a través de la mejora de aspectos socioeconómicos y de inclusión social, varía según las características de las regiones rurales y de la combinación de las políticas practicadas. Los instrumentos del primer pilar de la PAC, en particular los pagos directos, han demostrado tener un impacto positivo en el empleo regional y las reinversiones. Las medidas del segundo pilar demuestran también aspectos positivos, ya que algunas son específicamente concebidas para abordar los problemas socioeconómicos.

El estudio concluirá con la publicación de un informe de la Comisión previsto para el otoño de 2021.

Contexto

Un objetivo importante de la Política Agrícola Común de la UE es contribuir al desarrollo territorial equilibrado a través de una serie de medidas destinadas a reducir la brecha de ingresos entre el sector agrícola y otros sectores de la economía. El apoyo al desarrollo económico, el empleo, el crecimiento, la reducción de la pobreza y la inclusión social en las zonas rurales está financiado principalmente por la Política de Desarrollo Rural de la UE. Los pagos directos a los agricultores y a la organización común del mercado también contribuyen al mantenimiento de un sector agrícola diversificado y a un desarrollo territorial equilibrado.

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