Miguel Flavián, Fundador GM&Co

El deseo de consumir menos carne es una tendencia que se da en multitud de mercados, sobre todo en los de los países con mercados maduros. Aunque seguramente la podamos considerar a día de hoy mucho más mediática que efectiva, es algo a tener muy en cuenta por el cambio en los hábitos de consumo que está induciendo.

Me centraré en lo que observo en el Reino Unido, un país que en muchas ocasiones adelanta las tendencias que se acaban implantando en el resto de Europa.

El consumidor británico es una persona a la que le gusta probar continuamente nuevos platos y sabores, y está abierto a nuevas tendencias en la gastronomía, tanto las que surgen de forma espontánea como a las provocadas por las empresas de restauración y gran consumo. Tiene un consumo elevado de carne, 84.9 kg por persona y año (2017) y aunque haya crecido algo más de cinco kilogramos desde el 2014, según los cálculos de AHDB (2018), podemos considerar que el consumo es estable.

Los últimos años vienen marcados por un deseo de llevar un estilo de vida más saludable por parte de los consumidores de este país, a la vez que una mayor preocupación por las cuestiones medioambientales y como se producen los alimentos.

En este entorno encaja el creciente interés por...

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