"CRISPR para todos los públicos": retos y oportunidades

Revista Alimentaria

25 de septiembre, 2019


La Fundación Antama organizó ayer la jornada 'CRISPR para todos los públicos: divulgando biotecnología en Internet', con la participación de Lluis Montoliu, científico del CNB-CSIC y experto en las herramientas CRISPR; Daniel García, y Aitor Gálvez Belda, ambos biotecnólogos y divulgadores científicos de referencia en cuanto a biotecnología. Soledad de Juan, Directora de Fundación Antama, se encargó de moderar el encuentro, que forma parte de la Semana Europea de la Biotecnología 2019.

Lluis Montoliu inició el debate recordando que las bacterias llevan utilizando las herramientas CRISPR desde hace miles de años, con el objetivo de defenderse de los virus: "Ahora, nosotros hemos descubierto cómo utilizarlas para editar cualquier genoma de cualquier organismo".

Destacó que esta tecnología tiene muchísimas aplicaciones, pero desde su perspectiva el impacto que vamos a ver primero va a ser en la biotecnología. Es decir, que "nos vamos a comer primero el resultado de las herramientas CRISPR que administrárnoslo a través de la sangre. Pero en algún momento lo vamos a usar de forma sistemática para tratar enfermedades", aseguró.

El experto hizo énfasis en aclarar que CRISPR no es lo mismo que los transgénicos: "Con CRISPR no estamos creando nuevas variedades, sino aprovechando las existentes en la naturaleza para poder editar directamente un gen concreto y obtener variedades con las características que deseamos". Mediante la mejora genética clásica podemos llegar a esa variedad con la característica deseada, pero es un proceso que dura muchos años, y lo que permite CRISPR es agilizarlo enormemente. "No estamos añadiendo un nuevo gen, y por eso no estamos ante un nuevo tipo de transgénico", repitió.

Esto es importante porque en 2018, el Tribunal de la Unión Europea dictó una sentencia que equipara CRISPR con los transgénicos, por lo que deben pasar por sus mismos requisitos y exigencias, pruebas de toxicidad, etc., establecidos en la Directiva 2001/18/CE sobre la liberación intencional en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente, que alargan y encarecen de forma considerable los procesos de investigación.

Científicos de más de 120 institutos de investigación de toda Europa manifestaron su desacuerdo con esta sentencia, alertando a las instituciones europeas, en un carta abierta, de que esta regulación deja a Europa en una situación de inferioridad competitiva respecto a otros países con legislaciones menos restrictivas.

 

La importancia de la divulgación científica

Buena parte del encuentro estuvo centrada en el papel de los divulgadores de la ciencia y las oportunidades que les presentan las redes sociales. Tanto Daniel García como Aitor Gálvez Belda coincidieron en su gran potencial para comunicar y formar tanto a las personas interesadas en ciencia como a las no interesadas.

Además, añadieron que es importante conocer cada red, porque cada una puede servir para propósitos distintos: "Por ejemplo, YouTube me sirve para ampliar temas que no puedo explicar con tanto detalle en Twitter, hacer entrevistas, etc.", apuntó Daniel García.

No obstante, también recordaron que el riesgo que tienen las redes es precisamente que cualquier persona puede comunicar, así que podemos encontrar tanto información de calidad, como errónea. "Y el problema de las fake news es que tienen buen marketing. Un titular alarmista siempre llama la atención y tiene repercusión, aunque no sea cierto", advirtieron. Ante esta situación, destacaron la importancia de crear una comunidad científica que avale los contenidos de calidad.

Ante la pregunta de la moderadora de por qué la sociedad percibe peor los avances tecnológicos en el sector agroalimentario que en el campo médico, Lluis Montoliu señaló que es un problema de la mentalidad europea, que tiende a desconfiar de los avances tecnológicos, de todo lo que no sea "natural", y también influye que las agencias del medicamento y de los alimentos están separadas (EFSA y EMA), en lugar de integradas en un único organismo como es el caso de la FDA en EE UU. Para solucionarlo, hay que trasladar confianza desde la administración, y también resaltó la importancia de la transparencia: "Cuando ocurre un problema hay que contarlo, no ocultarlo".

Para finalizar, los ponentes dejaron sus conclusiones:

Lluis Montoliu: "Estamos viviendo una revolución tecnológica fascinante, con herramientas como CRISPR, y no podemos permitirnos perder el tren".

Daniel García: "Debemos potenciar la figura del divulgador científico, que en España no está muy implantada, y los divulgadores debemos transmitir no solo los contenidos científicos, sino también nuestra pasión por la ciencia".

Aitor Gálvez Belda: "La divulgación debería ser obligatoria para cada grupo de investigación, y se deberían transmitir no solo los resultados positivos, sino también aquellos que no confirman tu hipótesis, porque pueden ayudar a otros a seguir avanzando".

 

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Lluis Montoliu, Investigador científico CSIC y biotecnólogo - Alimenta Tech - Bayer

 

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